Pobladores pandinos denunciaron sobre la existencia de una escuela abandonada en medio del monte, en el sitio denominado Agua Rica, a 25 kilómetros de Cobija.
El inmueble, denominado Escuela Multigrado de Aguas Ricas, fue inaugurado en el mes de marzo del año 1998, durante el gobierno de Banzer, según las placas existentes en el frontis del edificio.
El lugar evidencia abandono de años y los salones destinados a clases están vacíos y descuidados. Financiaron el proyecto El Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo de Inversión Social y la Alcaldía de Porvenir.
Se trata de la Unidad Educativa de Agua Rica, la que pertenece a la Alcaldía de Porvenir y que desde el año 2006 está abandonada. El inmueble está ubicado en la Comunidad Agua Rica I, la que sólo existe en papeles, ya que no hay habitantes en las cercanías de la escuela, lo que motivó que esta fuera cerrada y el ítem del maestro correspondiente a esta escuela, se trasladó en beneficio de la Unidad Educativa de Villa Rojas, poblado cercano a la localidad de Porvenir.
Pese a que la Comunidad Campesina de Agua Rica I, existe en papeles y en su nombre se recogen todo tipo de máquinas e implementos, según nuestros informantes, la misma carece de existencia real, según se logró corroborar en visita al lugar.
DIRECTORA DISTRITAL
La directora distrital de Educación de Porvenir, Beatriz López, dijo que la escuela ya estaba cerrada cuando ingresó en funciones. Agregó que el presidente de la Comunidad, Oscar Caller, no vive en el lugar desde hace años y que tendría domicilio en Villa Rojas.
También ratificó que la comunidad llamada Agua Rica I no tiene habitantes por lo que no hay población escolar para atender, lo que no justifica la presencia de personal docente en la citada unidad educativa.
La escuela de Agua Rica, compuesta de varios edificios, está cubierta de monte y fue desmantelada por los supuestos comunarios.
Según explicaron campesinos de la zona, la comunidad fue creada supuestamente por Caller para pedir dotación de tierras al INRA y presuntamente existirían actos ilegales que permitieron que la comunidad aparezca como existente, sólo en papeles. Antes de la existencia de la supuesta comunidad, la madre de Caller, ya fallecida, vivía en el lugar.
Sin embargo, años atrás, se presume que el entonces alcalde Edwin Ventura aceptó esta situación de la falsa comunidad, para evitarse problemas con los supuestos campesinos y por intereses políticos.
Actualmente, se supone que Caller, pese a que la comunidad no existe, presuntamente habría recogido en diversas oportunidades motores de luz, rozadoras, bombas de agua y una serie de implementos para la escuela, pese a que esta ya no funciona.
Se trató de ubicar al Presidente de esta comunidad fantasma, quien tiene una tienda en la ciudad de Cobija, sin que sea posible entrevistarlo.
Consultada la autoridad educativa sobre quién es el responsable de haber desmantelado la escuela, donde ya no existen mobiliario ni implemento alguno, ésta señaló que presuntamente sería Caller, el que junto a otras personas habrían recogido todo el mobiliario de la escuela.
La propiedad del edificio al ser de la Alcaldía impide a la Dirección Distrital de Educación hacer nada al respecto.
“No estoy de acuerdo con esta inacción del municipio, en relación a este bien estatal y público”, concluyó la Directora.
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