17.2.12

En tres colegios hay temor por la venta de drogas a alumnos

El director del colegio Ayacucho está convencido de que la probabilidad de que sus alumnos o alumnas caigan en el consumo de drogas es una amenaza que circula en las aulas, mientras que el jefe administrativo del colegio Don Bosco y la directora del Liceo Venezuela asumen como un amenaza real, pero que viene de la calle.

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) confirmó a Página Siete que los vendedores de droga, como marihuana, pasta base y clorhidrato (cocaína pura), merodean colegios y universidades.

“Lamentablemente éste es un problema (el consumo de drogas) del que ninguna institución educativa de La Paz puede decir que está libre”, comentó Félix Omonte, director del colegio San Simón de Ayacucho.

Relató que el año pasado se detectaron en ese centro educativo cuatro casos de consumo de drogas. Reveló que en uno de ellos, uno de los regentes que circulaba por el colegio detectó el clásico olor de la marihuana en un curso vacío. Hizo una requisa y dio con el estudiante que había consumido, quien dijo que se había encontrado el “cigarrito” y que lo fumaba por curiosidad.

“En ese momento no podemos convocar a la Policía, llamamos a los padres para trabajar con ellos, no los podemos expulsar tampoco, hacemos un compromiso, y si el joven no lo cumple, entonces les pedimos que el siguiente año ya no se inscriba”.

El director negó que se hubiese detectado tráfico de sustancias controladas dentro del establecimiento. “Compran afuera, pero hay jóvenes que pese al estricto control se animan a consumir aquí adentro”, señaló.

Por su parte, Nelly Mamani, principal autoridad del céntrico Liceo Venezuela, comentó: “Por las mañanas no hemos detectado presencia de narcotraficantes. En la tarde y en la noche sí ocurre. Pero dentro el colegio no pasa nada. El peligro está afuera”.

Sin embargo, alumnas de la promoción y pre promoción contaron que entre ellas saben que “hay chicas que le meten marihuana, que es más barata, e incluso cocaína, que cuesta más”.

Otra complementó: “Tengo amigos que vienen al colegio, ellos consumen y venden también, son alumnos de otros establecimientos y otros que ya salieron bachilleres”.

El administrador general del colegio Don Bosco, Juan Pablo Gálvez, señaló que “hay denuncias que señalan que pandillas vienen al colegio, acosan a nuestros alumnos y les ofrecen drogas. Adentro no hay casos”.

En el mismo establecimiento un encargado de seguridad del colegio relató que son “pandilleros”, chicos jóvenes, los que venden los estupefacientes empaquetados como dulces de menta. “Hemos detectado su presencia, sabemos quiénes son, y cuando los vemos, los denunciaremos a la Policía”, advirtió el entrevistado.

Los mecanismos de defensa
Los colegios activaron mecanismos para prevenir que sus estudiantes caigan en el consumo de drogas.

El Don Bosco, Ayacucho, y el Liceo Venezuela tienen personal de seguridad o regentes dentro de sus establecimientos y trabajan con la Policía, para los ingresos y salidas.

El liceo realiza talleres, con apoyo de la Alcaldía, sobre el peligro que implica el consumo de drogas.

En el Don Bosco apuestan a la prevención a través de una formación pastoral integral con el apoyo de sacerdotes salesianos y profesores. Su administrador dijo que además cuentan con un departamento psicopedagógico apoyado por psicólogos y sociólogos, de apoyo a los alumnos.

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