El Comando Departamental de la Policía Boliviana aplica el “Plan Carpeta” en 60 unidades educativas de las 137 que existen en la ciudad de Tarija. El poco personal y los múltiples servicios de prevención impiden a los efectivos policiales llegar a más colegios. El objetivo del Plan, que viene aplicándose desde octubre de 2013, es precautelar la seguridad de los niños, niñas y jóvenes que asisten a clases.
El teniente coronel Eduardo Vargas, jefe departamental de Planeamiento de la Policía Boliviana, informó que el trabajo de seguridad se aplica al ingreso y salida de cada uno de los colegios, en los horarios de la mañana y la tarde de forma permanente.
“Distribuimos a nuestro personal en diferentes unidades educativas de la ciudad de Tarija, ya sea durante la mañana y durante la tarde, y el objetivo es estar al pendiente de ellos cuando ingresan y cuando salen, garantizado así su seguridad—manifestó Vargas–. La principal labor es evitar que puedan sufrir alguna agresión, algún rapto o asalto. En algunos casos incluso poder frenar una situación de trata y tráfico”.
Añadió que el Plan está siendo ejecutado por las cinco Estaciones Policiales Integrales que están distribuidas en diferentes distritos. La instrucción general es enviar la mayor cantidad posible de uniformados a los colegios en determinados horarios. Luego de ello deberán continuar con sus labores cotidianas de atención a la sociedad.
“Todo el personal de servicio se moviliza y principalmente cada Comandante de EPI sabe que debe darle una prioridad a este trabajo que se viene ejecutando a nivel nacional—indicó–. Tenemos agentes de tránsito que ayudan a cruzar a los menores, existe personal de civil que también controla si existe o no la presencia de delincuentes para evitar robos”.
Añadió que escasas veces se abandona el servicio para cumplir labores de emergencia, generalmente si está un patrullero afuera del colegio y recibe una llamada. En otros casos incluso se solicitó la ayuda de los estudiantes de la Escuela Básica Policial para que puedan apoyar en el servicio.
Se comenten delitos en los colegios
El Director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Miguel Ángel Irusta informó que al interior y fuera de los colegios se viene cometiendo una serie de actos ilícitos. En especial, casos de robo y hurto de objetos electrónicos.
Entre lo casos más comunes están los hurtos de los teléfonos celulares, aunque se presentaron casos de robo de tablets y computadoras portátiles. Los hurtos se comenten dentro de las aulas, cuando un estudiante alza un celular o algún aparato y lo oculta. En otros casos se alzan los aparatos y los venden a otros alumnos.
“Se dieron varios casos donde el compañero, incluso de varios años, le saca los equipos de la mochila y se lo lleva o si no lo venden—explicó Irusta–. En muchas ocasiones existe desistimiento de la denuncia y simplemente hay una conciliación.”.
Añadió que los robos se producen en las afueras de los colegios, donde incluso se usa la fuerza. Logran arrebatar por lo general celulares y una que otra mochila.
Padres piden mayor presencia policial
Los padres de familia solicitan mayor presencia policial, consideran que se da preferencia a los colegios de la zona urbana. Denuncian que existen robos y hasta venta de sustancias controladas.
Entre los lugares donde se requiere más patrullaje y control de la Policía están las unidades educativas, Avelina Raña, Fé y Alegría, San Jorge, Esteban Miglachi, Bolivia y La Salle.
Jorge Morales, padre de familia explicó que no solamente hay robos en los colegios que no están en las zonas urbanas, además hay venta de bebidas alcohólicas y la proliferación de tiendas. “Deberían ir por Lourdes y San Bernardo, ahí sí necesitamos más controles en los colegios y sus alrededores”.
elAPUNTE
Hay estudiantes implicados en hechos delictivos
La Defensoría de la Niñez y Adolescencia atendió desde enero a la fecha un total de 28 casos de menores infractores que están vinculados a hechos delictivos. Los menores, en algunos casos son estudiantes de colegio. Los delitos más frecuentes que comenten son robos comunes, robos con uso de violencia y hurtos.
En algunos casos, los menores estaban vinculados a robos agravados con el uso de armas punzo cortantes, además de robos de autopartes y motocicletas.
En un 70 por ciento de esos casos el menor fue derivado al centro Oasis, que es similar a una cárcel. Los responsables de de los delitos tienen entre 12 y 16 años de edad.
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