El show de Navidad que anualmente desarrolla el colegio Calvert, este año está abierto a todo el público con el propósito de recaudar dinero, juguetes y zapatos para niños y niñas de algunos hogares de la ciudad.
“Tenemos el coro del colegio que está conformado por alumnos y profesores, diferentes obras de danza y canto. Hemos seleccionado los números más interesantes”, dice Coral de la Zerda, subdirectora de secundaria del citado colegio.
El show de Navidad tendrá lugar mañana a las 10:00 en el auditorio del edificio de la Facultad de Economía de la Universidad Mayor de San Simón. La entrada a este festival tiene un costo de 10 bolivianos y un juguete o un par de zapatos para niños o niñas.
“En algunos hogares los niños tienen que tomar turnos para usar los zapatos”, cuenta Coral y agrega que como parte del proyecto socio-productivo que desarrolla este colegio, los alumnos del onceavo nivel han reunido fondos y han comprado zapatos nuevos para todo un hogar.
Con el propósito de difundir el trabajo comunitario que hace el Calvert, este 2014 y a poco de cumplir sus 60 años de vida, han comenzado a desarrollar un trabajo social mucho más amplio.
En ese afán, hace tres meses los 450 alumnos de este colegio y el plantel docente y administrativo comenzaron a trabajar con un grupo voluntario liderado por Gabriel Azeñas, logrando recaudar dinero, ropa, juguetes y víveres que han repartido a 400 niños de los hogares Vida Nueva y Casita de Amor, ambos ubicados en la avenida Víctor Ustáriz.
También han podido colaborar con el hogar Zapatito que “es otro de los más pobres y que está en Vinto. Tenemos alrededor de 250 niños en los hogares a los que ayudamos y también vamos al botadero de basura de Tiquipaya que tiene una cosa de 40 niños”, explica Gabriel Azeñas.
Este lunes 8 de diciembre, los alumnos del Calvert fueron al botadero de Tiquipaya llevando ropa, víveres y juguetes para los niños y sus familias. “Ha sido una experiencia muy dura. Es sólo ir a ese lugar y ver cómo viven, expuestos a tantas enfermedades y tantos peligros desde tan chiquititos”, dice Andrea Aguirre, alumna de la promoción.
“Les ha cambiado la vida”
Para Sonia Cardona, directora de primaria del Calvert, el trabajo social que están realizando sus alumnos ha sobrepasado sus expectativas. “Nosotros planificamos, hacemos números, coordinamos, pero ellos son los que han abierto. Estamos muy orgullosas de nuestros chicos, son geniales han pasado nuestras expectativas”, dice Cardona.
Rafael Mendoza, de 17 años y alumno de la promoción, dice que el participar en estas actividades de ayuda social es una experiencia que nunca antes había experimentado. “Fuimos al basurero de Tiquipaya y nunca me imaginé ver a alguien vivir de esa manera. Yo creo que ha sido para la mayoría de mis compañeros impactante porque nadie se imaginaba y ver los niños sonreír nos ha hecho muy felices a todos”, asegura Mendoza.
“Lo que yo he visto es que ha sido algo muy bueno por lo menos para mis compañeros porque les ha cambiado la vida totalmente. Hay gente que ni siquiera tiene casa y ver eso te cambia la forma de pensar”, dice Camila Román, también de la promoción.
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