Dos de las 10 jóvenes que se inscribieron al colegio Bolívar de Cochabamba, desistieron ayer de pasar clases debido a la férrea oposición de alumnos y padres de familia que se oponen a que el establecimiento admita a mujeres, algo que contraviene las normas educativas que prohiben la discriminación y segregación de género en establecimientos públicos y privados.
Estudiantes y familiares que se agruparon en las inmediaciones del tradicional centro educativo generaron ayer varios episodios de violencia -con golpes, insultos jaloneos- en su afán por mantener a raya a las jóvenes y funcionarios que las escoltaban. Tuvo que intervenir la Policía que dispersó la trifulca con gases lacrimógenos.
Horas de violencia
Las jóvenes acudieron a pasar clases ayer en la mañana junto a autoridades de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y representantes de organizaciones que trabajan en defensa de los derechos de las mujeres.
Fueron recibidas con silbidos y rechiflas, pero aún así ingresaron a su aula. Pasaron clases durante casi una hora con tres compañeros varones, mientras que de fondo se escuchaba un griterío del resto de alumnos y sus familiares, hasta que la violencia se desbordó.
El caos estalló cuando los padres de familia que ingresaron al colegio en una avalancha animaron a sus hijos a salir de los cursos en rechazo a la presencia femenina. Todos se arremolinaron en la puerta del tercero de secundaria (ex primero medio) para exigir que las jóvenes abandonen el lugar.
Cánticos, estribillos e insultos crearon un ambiente inseguro y hostil y obligaron a los funcionarios del colegio a suspender las actividades y coordinar que las menores sean escoltadas por la Policía en medio de la multitud.
En ese intento, la representante de la Unidad de Género y Generacional de la Alcaldía, Raquel Melgar, recibió un jalón de cabello que le provocó la pérdida de un grueso mechón, Varinia Rivera -otra funcionaria edil- recibió un puñete en la espalda y una radialista, una patada en su canilla.
Si bien el cordón policial, protegió a las alumnas rechazadas, exacerbó más los ánimos de los padres que empezaron a lanzar objetos hacia el grupo. Al regente del colegio le llegó un pedazo de maceta en la cabeza, golpe que le hizo caer de rodillas y le provocó un corte que ameritó una sutura en un centro médico.
Los uniformados tuvieron que gasificar para controlar a la turba, y detuvieron a tres padres de familia acusados de instigar a la violencia, pero poco después quedaron libres.
La presión y rechazo obligó a dos de las diez estudiantes a dejar el Bolívar. Así, sólo ocho se mantienen en la lucha por continuar en el colegio.
Ya en la Defensoría, y pese a mostrarse conmocionadas y asustadas, ellas aseguraron que permanecerán unidas y firmes ante la presión.
Mientras tanto, el portal enlaredmunicipal informó que la presidenta del Concejo Municipal de Cercado, María Isabel Caero, anunció que el próximo 27 de mayo, al recordarse el bicentenario de las Heroínas de la Coronilla, las diez alumnas rechazadas por estudiantes, padres y madres de familia del colegio Bolívar recibirán una distinción como “las nuevas heroínas de Cochabamba”.
Punto de vista
Yolanda herrera Presidenta de la APDHBEn primer lugar, hay que reconocer que a pesar de que se ha aprobado la Ley de Lucha Contra el Racismo, desde el Estado se ha hecho poco esfuerzo en su aplicación y en su difusión en espacios de educación en todos los niveles. Es una ley que ya tiene más de un año de vigencia y al parecer todas las políticas públicas municipales, departamentales y nacionales no están haciendo un trabajo suficiente para que la población pueda comprender y tomar pleno conocimiento sobre lo que implica este cambio.
En segundo lugar, se debe indicar que a parte del cambio en la educación es importante también el cambio de un esquema mental. Mientras tengamos escenarios donde están bien tipificados los roles de la mujer y los del hombre, y además no se ha trabajado en la complementariedad de ello, van a suscitares estas cosas.
En tercer lugar, hay que condenar a las autoridades educativas de este centro de formación, pues tiene que primar la autoridad en términos de hacer respetar una ley que está equilibrando la presencia de hombres y mujeres. Es un claro hecho de discriminación por sexo y esto no puede ser aceptado, no debe ser admitido y debe restituirse el derecho que tienen esas señoritas a educarse en el colegio que mejor les parezca, antes que prime el capricho sin mera justificación. Derechos Humanos actúa ante la violación de los derechos humanos por parte del Estado. En este caso, la Dirección Departamental de Cochabamba si no acata la norma que establece la no discriminación, estaría en la violación de los derechos humanos por omisión. Se va a mandar una representación a la Dirección de Educación de Cochabamba.
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