1.4.13
La Fiscalía de El Alto interviene matrimonio gitano de colegiales
En El Alto, una pareja de colegiales de 17 y 15 años intentó casarse al estilo gitano y a escondidas de sus padres, pero fue denunciada por el director de su colegio. Las autoridades intervinieron el local y detuvieron a los adolescentes.
La Fiscalía de El Alto, a cargo del fiscal Harold Jarandilla, atendió el caso y abrió proceso por el delito de “simulación de matrimonio”, tipificado en el Código Penal y sancionado con una pena de entre dos y cuatro años de prisión.
La autoridad indicó que es el primer caso de este tipo denunciado ante la Justicia, pese a que por las pesquisas que hizo conoce que es una práctica extendida entre los adolescentes que cursan los últimos años de colegio. Jarandilla contó pormenores, aunque no dio a conocer los nombres para no perjudicarlos, debido a que son menores de edad.
La decisión de los adolescentes de casarse, según dijo Jarandilla, se había producido un año antes, tiempo en el que ambos habían ahorrado dinero para la celebración. Además, contaron con la ayuda de sus compañeros de estudio. Según las declaraciones que ambos ofrecieron ante la Fiscalía, habían decidido enlazar sus vidas mediante la práctica gitana porque consideraron que sus padres no iban a consentir esta unión por la vía formal.
Según los testimonios recogidos por el fiscal Jarandilla, durante la ceremonia, que se realizó a principios de febrero en un local ubicado en la zona Villa Bolívar B, donde también está ubicado el establecimiento educativo, ambos procedieron a cortarse las palmas con una hoja de afeitar, y luego las juntaron para simbolizar la unión eterna.
Lo hicieron delante de sus compañeros de curso, uno de los cuales ofició de sacerdote y dirigió el acto. Este último también pudo haber sido imputado por la Fiscalía por coadyuvar a la realización de un matrimonio “simulado”.
Sin embargo, apenas había concluido el acto principal, relató Jarandilla, irrumpieron en el local las autoridades judiciales y policiales, que habían sido alertadas de la ceremonia por el director del colegio de los enamorados.
La pareja fue conducida a instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para prestar declaraciones, pero no para ser detenida.
El fiscal Jarandilla dijo que no fueron acusados, aunque sí podían haber sido imputados por el delito de “simulación de matrimonio”. Pero, en este caso, por ser menores de edad, la autoridad prefirió simplemente hacerles reflexionar sobre los peligros que implica realizar este tipo de actos. Fueron conducidos ante psicólogos y trabajadores sociales, en de quienes también fueron convocados sus padres. Luego fueron puestos en libertad.
Archivo. El caso está archivado. El fiscal afirmó que se podría haber procesado a los enamorados, pero esto pudo haberles perjudicado el resto de sus vidas. “Sería marcarlos para siempre; lo que se ha sugerido es un control mucho más estricto y que intervengan sobre todo los padres y psicólogos”.
Jarandilla señaló que uno de los riesgos de este tipo de matrimonios es que los varones, usualmente mayores en dos años, induzcan a sus parejas a contraer matrimonio gitano para posteriormente obligarlas a tener relaciones sexuales.
“En El Alto se presenta una situación sui géneris en los colegiales; en su generalidad, el varón suele ser mayor que la mujer por uno o dos años, luego la obliga a mantener relaciones sexuales de forma frecuente”.
Otro de los peligros de estas prácticas, que se han extendido entre los estudiantes de esta ciudad, es que las parejas puedan contraer enfermedad de transmisión sanguínea o que se provoquen daños físicos.
El fiscal señaló que indagó sobre este tipo de rituales y aseguró que es común en El Alto. “Pregunté a gente que vive en la ciudad, incluso a los mismos funcionarios que trabajan en la Fiscalía, y muchos han asistido por lo menos a un matrimonio gitano en su etapa de colegio”.
En estos actos, como en el de la pareja intervenida, el acto se realiza con testigos y posterior fiesta a la usanza católica es una práctica frecuente.
Denuncias
El matrimonio gitano es una práctica frecuente entre los adolescentes de El Alto, según cuatro entrevistados. Este hecho no suele ser denunciado, uno por desconocimiento y otro porque se hace en un círculo cerrado de adolescentes en el que no participan personas mayores. Según el fiscal Harold Jarandilla, el desencadenante es la negativa de los padres a admitir la unión legal.
Matrimonio gitano
La FELCC de El Alto indica que de diez denuncias de extravío de adolescentes, ocho son casos de fuga de enamorados, que se refugian en alojamientos o cuartos alquilados
Arminda ballesteros (30), vecina de Ciudad Satélite: ‘El amigo más cercano a la novia los casó’
“Era cerca de las 10.00 de un viernes, a la hora en que suelen salir al recreo en el colegio, cuando la pareja de enamorados decidió casarse a lo gitano en la casa de la muchacha ya que sus padres no iban a estar presentes. Invitaron a todos en el curso. Hubo burlas generalizadas y sarcasmos para el joven de 16 años que era mayor a ella en dos”.
“En la vivienda de la jovencita se prepararon refrescos de limón y algunos trajeron papitas fritas, pipocas y no faltó un pequeño pastel revestido de crema que suplió a la torta de bodas”.
“El amigo más cercano a la novia iba a casarlos, les hizo preguntas de si estaban realmente seguros de lo que hacían y si sentían amor el uno hacia el otro, respondieron afirmativamente. Luego en una bandeja estaba lista una hoja de afeitar que sirvió para cortar las palmas de los enamorados, así lo hicieron y luego unieron sus heridas y entrecruzaron los dedos”.
“¡Los declaro marido y mujer! Y luego se besaron provocando un ¡uuuuuu! largo de los presentes y uno que otro aplauso, luego todo volvió a la normalidad, en una reunión que se convirtió en risas y juegos, la pareja no dejaba de besarse ni de decirse lo mucho que se querían”.
80% de extravíos son fugas de amor
Miguel Rivas
De diez casos reportados como extravío o persona desaparecida en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, ocho corresponden a adolescentes que huyen de casa con su pareja.
De estos ocho, por lo menos tres se presentan porque la joven está embarazada, así lo informó el jefe de la División de Trata y Tráfico de Personas de la FELCC, teniente Erick Salas. “Se escapan y van a convivir con la persona con la que están enamorando, ya sea a un alojamiento, casas particulares o cuartos alquilados”.
Salas aseguró que algunas de estas parejas toman la determinación de formar una familia sin saber el riesgo y la responsabilidad que conlleva.Según el fiscal de materia de El Alto, Harold Jarandilla, los adolescentes se escapan de casa cuando los padres no consienten la relación. “A diario nos toca lidiar con ese tipo de casos en los que los jóvenes se escapan con sus parejas y se van a vivir en alojamientos, alquilan un cuarto y, cuando se los encuentra, se niegan a declarar en contra de su pareja y además dicen que el hecho fue consensuado”.
Recordó un caso de una adolescente que había desaparecido. Ésta aseguró que fue secuestrada por una banda de tratantes por tres días y en el examen forense se estableció que tenía desgarros en la región vaginal y anal, y aparentemente fue violada.
“Después de haber sometido a detención a los culpables, la niña otra vez vuelve con la historia de que había sido secuestrada por otra organización de tratantes y eso no es creíble”, manifestó la autoridad.
Se llegó a establecer que se había escapado de manera libre con su enamorado.
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