La agresión se produjo la noche del martes 23 de agosto, en la Plaza del Maestro, ubicada sobre la avenida Belzu. La Policía cochabambina no descarta la existencia en ese establecimiento educativo de más alumnas agredidas, y de que hayan otros involucrados.
El portavoz de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), mayor Juan Carlos Corrales, informó que los cuatro colegiales consumieron bebidas alcohólicas, que hay indicios de que fumaron marihuana y que, por el estado de inconsciencia en el que fueron halladas las víctimas, pusieron somníferos en las bebidas de las adolescentes.
Las menores fueron encontradas por efectivos policiales que las condujeron a oficinas de la Brigada de Protección a la Familia, donde se inició la investigación en coordinación con la División Menores de la FELCC.
Identificados. Exámenes médico forenses confirmaron la agresión sexual. Los presuntos violadores, junto a otros tres estudiantes, fueron arrestados en horario de clases y dentro del colegio la tarde del miércoles. Ya en las oficinas de la fuerza anticrimen, Joaquín H.S. y Brayan R. Ch. fueron reconocidos por las dos muchachas.
La investigación es apoyada por la fuerza antinarcóticos, debido a que se encontraron sobrecitos de marihuana en la mochila de uno de los aprehendidos. Aún se desconoce si eran para consumo personal o para la venta.
La Policía también indaga si los dos jóvenes remitidos al Ministerio Público pertenecen a pandillas, ya que en la requisa hallaron cadenas, manillas y tatuajes en sus cuerpos.
El director del Servicio Departamental de Educación (Seduca), Jorge Ponce, se mostró alarmado por lo acontecido y pidió un informe al director del Colegio Nacional Junín, ubicado en el centro de la capital cochabambina.
No se descarta imponer una sanción a las autoridades del establecimiento educativo si se encuentran indicios de la existencia de pandillas o grupos. “Están contra la norma y esperamos el informe de la unidad educativa”, advirtió Ponce.
Según la teniente Vellka Krellac, directora de la Brigada de Protección a la Familia de Cochabamba, las denuncias sobre el consumo de alcohol y drogas suman y hay seis establecimientos educativos identificados como permisivos a estas irregularidades.
Migración. La delincuencia juvenil en Cochabamba ha sido asociada por expertos con la alta tasa de migración de sus progenitores, a España y Argentina.
Los hijos de estos hogares desestructurados se quedan al cuidado de abuelos, tíos y otros parientes de segundo y tercer grado. Por lo general no aceptan su autoridad, son rebeldes y gracias a las remesas que envían sus progenitores se pueden proveer de drogas o alcohol y tienden a formar parte de pandillas.
En Cochabamba, según datos del Viceministerio de Seguridad Ciudadana, presentados en la cumbre nacional realizada este año en Santa Cruz, operan al menos cuatro pandillas peligrosas: Los Chamacos, Vinteños y Chullenos y el Cártel Central del Sur, que utilizan armas de fuego y armas punzocortantes. Su territorio es la zona de Vinto y la zona Sur. El Cártel Central del Sur incluso ha llegado a agredir a la Policía.
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