Una costumbre que desespera a muchos conductores es la que se vive de lunes a viernes a la hora de salida de los colegios, en especial los privados, porque los padres que acuden a transportar a sus hijos a sus domicilios se estacionan en la calzada de vías rápidas como anillos, radiales, avenidas y calles.
Ni la presencia de policías de Tránsito amedrenta a los infractores que provocan embotellamientos de varios metros y los conductores afectados con el bloqueo o descargan su furia tocando bocina o esperan pacientemente que la fila se despeje.
En este desorden que cada día crece en colegios privados y de convenio no se ve a ningún funcionario de Tráfico y Transporte de la municipalidad, aunque sea para tratar de concienciar a los infractores.
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