Los 130 alumnos de cuatro de los cinco cursos evacuados en la unidad Sergio Suárez, de La Periférica, terminarán el año escolar en los predios de la parroquia del barrio. Las obras de refacción en su establecimiento terminarán en dos meses, señaló el director municipal de Educación, Carlos Sotomayor. Otros 35 alumnos estudian en el centro social de la zona COSEIS.
El pasado 30 de julio, cinco cursos del establecimiento, ubicado a una cuadra del Cementerio La Llamita, fueron evacuados por las rajaduras que se produjeron en pisos y paredes de cinco aulas del bloque antiguo de la construcción. Autoridades municipales señalaron que el hecho fue producto de una falla en una conexión de EPSAS y aseguraron que los niños iban a ser trasladados a otra unidad educativa.
"Como no había lugar en las escuelas cercanas, nos han traído aquí. La iglesia nos ha proporcionado cuatro ambientes, en los que ahora podemos pasar clases. Uno de los cursos tuvo que irse a un centro vecinal. Nos dijeron que hasta septiembre ya podríamos volver a nuestras aulas”, indicó la profesora Blanca Muñoz.
Sin embargo, debido a problemas con la reparación de las conexiones de la empresa de agua y saneamiento, el retorno de los alumnos no se realizará sino hasta el próximo año.
"Ha habido un retraso muy importante en el caso de esta escuela porque la coordinación con EPSAS fue muy mala. La empresa debió haberse presentado hace 15 días para hacer la reparación de la filtración que causa la humedad en la infraestructura y recién están haciendo los trabajos”, indicó Sotomayor.
Sostuvo que, una vez concluidas las reparaciones de esta conexión, el municipio realizará los trabajos necesarios en la infraestructura. "Los especialistas explicaron que se debe realizar el reforzamiento de las vigas de los machones y pilares de la construcción, lo que tomará su tiempo”, indicó la autoridad.
Explicó que al ser una estructura antigua, ésta necesita un tratamiento y material especial para que esté en óptimas condiciones y pueda recibir a los alumnos de cinco cursos de primaria.
"Hay que hacer este trabajo para que en un futuro no se vuelva a rajar. Calculamos que los alumnos estarán unos dos meses más en la parroquia. Prácticamente hasta fin del año escolar”, aseguró Sotomayor.
Añadió que teniendo en cuenta las necesidades de los alumnos que actualmente pasan clases en ambientes pequeños e improvisados, se llamará a los padres de familia a una asamblea para darles a conocer la situación. En la misma reunión se tomarán decisiones.
"Entiendo la molestia de los padres, pero es importante que aseguremos que la infraestructura esté en muy buenas condiciones para garantizar la seguridad de todos los estudiantes antes de que vuelvan a sus aulas para evitar accidentes futuros”, dijo.
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