En una cochera ambientada, una sala desocupada y sin baños a disposición, los niños de la unidad educativa Ángel Baspineiro del barrio Villa Armonía,dejaron las aulas de su escuela que se encuentra en construcción y se mudaron a las casas de la zona para continuar con el avance curricular.
Desde junio, varios cursos de la unidad educativa pasan clases en las casas de vecinos que alquilan los espacios para que los menores continúen pasando clases, ya que por la lejanía de la unidad educativa no es posible trasladar a los menores a otro espacio.
Sin embargo, los ambientes improvisados para las clases de los menores no cuentan con baños por lo que los niños deben utilizar los espacios abiertos de alrededor de las casas, sin seguridad ni higiene.
Fidel, de diez años de edad, es uno de los estudiantes de quinto de primaria que comentó que cada mañana en la escuela deben ir a buscar un lugar dónde hacer sus necesidades porque no hay baños en el garaje donde ahora pasan clases.
Por su parte, Rolando, alumno del mismo curso, contó que su travesía de media hora de caminata para llegar a clases es muy complicada al ser una zona donde las calles de tierra dañan sus zapatos, antes de llegar a la casa donde ahora pasa clases.
Todas las mañanas, decenas de niños caminan desde sus hogares, para ir a la escuela que tendrá una ampliación de varios pisos y contará con una cancha.
PROYECTO INCONCLUSO
En 2008 con el proyecto Evo Cumple se dio inicio a lo que sería una cancha para la escuela, sin embargo, a la fecha el lugar se encuentra abandonado, con la presencia de rocas que debían ser parte de un pavimento que nunca se realizó.
Por el momento, maestros y estudiantes se adecúan a la situación que a pesar de ser incómoda, no puede cambiar por la lejanía del barrio, ya que no hay otros establecimientos educativos que alberguen a los menores, dijo el subalcalde del Distrito 3, Wilber Sánchez, que remarcó que la obra será de gran beneficio para los estudiantes.
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