25.11.12
Alojamientos alquilan cuartos a colegiales y toleran borracheras
Once alojamientos de la zona San Sebastián, en la ciudad de La Paz, alquilan habitaciones por hora a grupos de colegiales que, a puertas cerradas, burlan la ley antialcohol y el control de sus padres. Los vecinos denuncian que estos negocios son lenocinios encubiertos.
“Los alojamientos ya no son hospedajes en estas calles. Por la noche, muchachas con guardapolvos entran con otros jóvenes a estos negocios. Una vez ha venido una delegación de una promoción, pero lo raro es que ninguno de estos locales les quiso recibir”, indicó Mary Hermosa, presidenta de la junta de vecinos, cuya oficina está en inmediaciones de la plaza Eguino.
La Razón visitó el lunes 29 de octubre este lugar e hizo un recorrido con dos vecinos por los 11 negocios que explotan esta actividad, pese a las prohibiciones. Dos están en la calle Inquisivi, igual número en la Pucarani, otro par en la calle Torrelio, cuatro en la Viacha y uno en la avenida Manco Kápac.
Al lado de los alojamientos de la calle Inquisivi operan tres billares. Hay dos bares que funcionan camuflados en viviendas sobre la calle Chuquisaca —a unos 15 metros de dos colegios de la zona—, y también operan dos lenocinios en la calle Viacha. “Avalo lo que indica la dirigente porque así pasa todos los días”, dijo Ernesto Villarroel, fiscal y vecino del lugar.
Negocio. La presidenta de la junta vecinal indicó que los dueños de los alojamientos prefieren alquilar por hora porque obtienen más dinero. Inteligencia de la Policía dio cuenta de que por dos horas cobran Bs 15 y por un día Bs 40. El alquiler sube entre jueves y sábado.
“Además les ofrecen Tv por cable. Este tema de los alojamientos es reciente. Son estudiantes de sexo masculino y femenino que alquilan habitaciones, y ahí ingieren bebidas alcohólicas. He constatado ello”, sostuvo una fuente de Inteligencia.
El martes 23 de octubre, la Policía realizó un operativo en el alojamiento Gavilán III, en la avenida Manco Kápac, donde encontró bebiendo a ocho estudiantes de Secundaria de un colegio fiscal, tres mujeres y cinco varones de 17 y 18 años. El subteniente Luis Calicho, de Radio Patrullas 110, informó que hallaron tres botellas de alcohol.
Los estudiantes aprovecharon que ese día los transportistas efectuaron un paro y además que el control de asistencia no fue tan riguroso en su establecimiento educativo. La Policía envió a ocho adolescentes a la Brigada de Protección a la Familia, pero uno huyó. “Las mujeres no tenían aliento alcohólico. Según los vecinos y vendedoras, los menores asisten ahí. En los alojamientos de la calle Pucarani sucedería lo mismo”, señaló el subteniente que participó del operativo.
El coronel Filmann Uzagoste, comandante de la Estación Policial Integral (EPI) San Pedro, refirió que el barrio 14 de Septiembre pertenece a su jurisdicción y que el módulo Juancito Pinto (calle Jiménez) está encargado de realizar controles las 24 horas. Sin embargo, “no hay personal suficiente para poner un servicio permanente para cada local”, expresó.
A este módulo están asignados diez policías, divididos en dos grupos, que hacen controles cada 48 horas. Cuando requieren ayuda por algún problema, solicitan apoyo a otros módulos o a su EPI. “Pero a veces nos llaman a (controlar) bloqueos, atender casos del Gobierno, algunos salen de vacación, estamos reducidos”, declaró un policía de base.
Peligro. Con relación al Gavilán III, el entrevistado denunció que no es la primera vez que realizan operativos en este alojamiento por alquilar habitaciones a menores para que se embriaguen. En la primera planta alojan en un cuarto a antisociales que cometen delitos y se emborrachan, indicó.
La Razón intentó ingresar a esta hospedería, empero, cuatro hombres inhalaban clefa en la puerta, por lo que los dirigentes vecinales recomendaron evitarlos. “Alojan ahí a los que tienen todo tipo de adicción. No podemos ingresar porque (nos acusarían de) allanamiento. También hay un bar de remate ahí”, precisó el entrevistado.
La zona San Sebastián también es un punto de reunión de las pandillas juveniles que llegan de Villa San Antonio, Villa Copacabana, la avenida Buenos Aires, y otros. “Consumen donde no hay policías. Si no existiera la venta de bebidas en la Manco Kápac, la zona sería segura. Los hemos encontrado hasta con sus hijos (en casos de paternidad y maternidad prematura)”, agregó.
Hermosa relató que en estos puestos se colocan parlantes y música a todo volumen, principalmente los viernes, para atraer más clientes. César Rojas, gerente general del hotel Savoy, en la calle Chuquisaca, dijo que hasta 30 alojamientos operan en el barrio sin autorización y que unos cuatro son hoteles que tienen permiso de funcionamiento. Además “incumplen el pago de impuestos, trabajan como lenocinios o cantinas camufladas”. “La Policía debe realizar controles más rigurosos. Alguna vez han intentado ingresar acá, pero deben ser mayores de edad para tomar un cuarto”, manifestó.
Carmen P., estudiante de Secundaria del colegio Germán Busch, expresó que conoce a alumnos que asisten a esos lugares. “Entran en las tardes entre amigos. Alguien me dijo que les cobran por hora”, dijo. Marcelo, de otro colegio, informó que en los alojamientos se dan cita también adolescentes de unidades educativas de la zona Central. “No sé si van ahí a tomar, pero entran y salen”.
De los 11 locales denunciados, este medio pudo hablar con los administradores de dos. Narciso Loza, del alojamiento Uncía, negó las denuncias y sostuvo que no permite el ingreso de menores para consumir alcohol o mantener relaciones sexuales. “Consumen (alcohol) en la calle, pero es prohibido eso acá”, aseguró Waldo Roque, de los alojamientos Don Genaro y Rosa Blanca.
No existe una normativa específica
No existe una normativa que prohíba a los dueños de alojamientos alquilar por algunas horas habitaciones a menores de edad para que consuman alcohol. En la Resolución Ministerial 185 de 2011, de hospedaje, sólo se indica en el artículo 3 que las unidades departamentales de turismo deben verificar que los establecimientos de hospedaje turístico cumplan con sus propios servicios. El Código Niño, Niña y Adolescente indica que las alcaldías son responsables del control de la prohibición de expendio de alcohol a menores.
Testimonios de los vecinos
Cinthia S.: ‘Vi que entran menores al alojamiento’
Vi que ingresan menores a este alojamiento (uno sobre la calle Viacha) y son de colegio porque están con sus mochilas, ahí toman. Ocurre más los viernes. Vienen por la tarde, por la noche. Las autoridades deberían hacer algo. Debe ser igual los días feriados o fines de semana, no presencio porque no abro mi tienda. (Comerciante).
Roberto G.: ‘Estudiantes bajan ebrios esta calle’
Igual toman en las calles, son de colegio y están con sus busos y mochilas. A eso de las 18.00 bajan por aquí (calle Inquisivi) en estado de ebriedad, las muchachas también beben con ellos. Deben entrar (a los alojamientos) por la tarde y por la noche. No bajan todos los días, desde el jueves se ve más. (Vidriero del barrio).
Inés Z.: ‘Detrás de mi toldo se cambian su uniforme’
Detrás de mi toldo los estudiantes se cambian su uniforme y lo guardan en su mochila, luego se van a tomar. Los quioscos venden a menores de edad. Este alojamiento es grave (Gavilán III), debe tener cinco meses, pero vienen a tomar los drogadictos. Cuando pelean se dicen muchos insultos y manejan cuchillos para robar. (Comerciante).
C.R.: ‘Los quioscos venden toda la noche con música’
Fin de semana hacen aglomerar mucho a los alcohólicos aquí (Av. Manco Kápac); hay quioscos que venden toda la noche con música, parece que hacen turnos. En la noche sacan sus parlantes; en los días festivos lo hacen desde la tarde. Se puede ver a las 02.00 o 03.00 que el lugar está lleno de gente ebria; asaltan a los que salen de las fiestas. (Vecino).
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Despues de estudiar varios años en Bolivia, estaba pensando en conseguir un alquiler apartamentos buenos aires para poder comenzar a estudiar una carrera universitaria en Argentina
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