La asamblea del magisterio de La Paz determinó que el piquete de huelga de hambre, instalado en la Casa Social del Maestro, exigiendo la anulación del examen de ascenso de categoría, levante su extrema medida ante el deterioro de la salud de los huelguistas.
“Continuaremos la lucha en las calles y con las medidas de presión, exigiendo el ascenso automático y el respeto a nuestro escalafón” explicó Shirley Laura, secretaria ejecutiva de Primaria de la Federación de Maestros Urbanos de La Paz.
Los maestros huelguistas estuvieron por más de diez días en la extrema medida. El piquete estuvo a la cabeza del secretario ejecutivo, Leandro Mamani, quien fue evacuado en una ambulancia por presentar problemas renales por mantener la extrema medida.
No obstante, la asamblea también determinó continuar con las movilizaciones una vez que se retorne a clases el próximo lunes.
Por ello, los profesores urbanos mantienen el estado de emergencia y miran como una posibilidad afectar el retorno a clases de la vacación de invierno en esta región que está previsto para el 23 de julio en caso de que sus demandas no sean atendidas.
De acuerdo con los dirigentes del sector, serán las instancias orgánicas que vayan tomando esas determinaciones, pero no se descartan las medidas de presión desde la próxima semana, las mismas que serán analizadas por la asamblea, instancia que definirá esa decisión.
De acuerdo con el viceministro de Educación Regular, el sábado 07 julio pasado, al menos, 43.000 maestros rindieron su examen de ascenso de categoría en 51 recintos del país, como ocurre cada año.
Los profesores rinden ese examen con la expectativa de subir de categoría y de esa manera generar mayores ingresos económicos y mejorar sus conocimientos en beneficio de los estudiantes.
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