8.2.17
Sobreoferta y contrabando atentan contra venta de ropa escolar nacional
Confeccionistas y comerciantes minoristas aseguran que la industria textilera nacional se encuentra en una situación crítica debido al creciente contrabando y el ingreso de mercadería de países como China, Brasil, Chile y Argentina. Una muestra de ello es la drástica disminución de la demanda de ropa y uniformes escolares en esta época, previa al inicio de las actividades escolares.
Para estas fechas, muchos confeccionistas se concentran sólo en la elaboración de prendas para los estudiantes: camisas, pantalones, guardapolvos, chompas y otros, por la alta demanda y las ganancias que se obtienen. Sin embargo, este año la situación no es tan alentadora.
Pascual Choque, confeccionista que tiene su taller en Villa Pagador y se dedica a este rubro hace más de 18 años, vende directamente la mercadería que produce a los minoristas por docenas en inmediaciones del mercado San Antonio donde se establecen los denominados “mañaneros”, que se asientan a primeras horas de la mañana en el lugar.
“En estas fechas, tenemos más demanda por el inicio de las clases, nosotros principalmente hacemos pantalones y camisas. Pero ahora no hay tanta venta”, dijo Choque, al anotar que año tras año sus ventas e ingresos han ido bajando y cada vez le es más difícil mantener su taller.
Señaló que su ganancia líquida al mes ahora no sobrepasa de los 3.000 bolivianos y, como ya no le alcanza para pagar a sus trabajadores y los beneficios laborales que se tienen que cubrir, se ha visto obligado a despedirlos a muchos. “Ahora sólo trabajamos mi esposa, un ayudante y yo. Hacemos por lo menos dos docenas de prendas por día”, mencionó.
El pequeño taller de don Pascual, al igual que otros del rubro, dedican al menos un mes sólo para costurar la ropa escolar. “Antes decíamos que los confeccionistas no tienen casa sino castillos, ahora ya no es así, debido al ingreso de productos chinos, que no entran por docenas sino por toneladas. Ahora incluso tuve que guardar la mitad de mi maquinaria”, aseveró.
Abel Andia, otro confeccionista de prendas escolares que tiene un taller pequeño en inmediaciones del templo San Carlos y su puesto de venta en el mercado La Paz, señaló que contrata a otros confeccionistas independientes, que trabajan en sus domicilios para la costura de pantalones, sacos, faldas y chalecos para las unidades educativas. El pago por prenda es de 15 bolivianos promedio.
Intermediarios
Algunos comerciantes minoristas que adquieren estas prendas de los mayoristas para luego venderlas coincidieron en que el negocio de ropa escolar bajó, pero que no tienen otra opción más que aceptar las condiciones del mercado actual. Señalan que los costos por docena se incrementaron en 20 bolivianos o más, lo que reduce sus ganancias.
María Teresa Urquidi, comerciante minorista, argumentó que a pesar de que ahora compra más caro los uniformes de las mayoristas ella no elevó el precio al cliente, para poder vender. “La docena de los 'jampers' por ejemplo, antes comprábamos a 400 bolivianos y con el incremento ahora está en 420 (bolivianos), nosotras seguimos vendiendo a 35 o 37 bolivianos según la talla”, dijo.
En estas fechas, la venta sube en un 50 por ciento con relación a otros meses, pero en estos días no tuvieron muchos clientes, comentó Constantina Quena, otra comerciante.
Ante la baja en sus ventas en los mercados, algunos comerciantes se aventuran a trasladarse a otros departamentos, ese es el caso de Rosario Campos, una confeccionista de La Paz que trae chompas para venderlas en Cochabamba. Comenta que la competencia en La Paz es aún mayor.
Llega en la madrugada con su mercadería y retorna al final del día a La Paz. Campos asegura que antes vendía toda la mercadería que traía, en cambio hoy no, algunas veces, debe volverse con parte de las prendas. “Confeccionamos por docenitas, traigo 10 docenas y, como ve, no se vende, estoy esperando vender algo más para retornar”, dijo.
Cerca al colegio
En esa perspectiva de aumentar sus ventas, muchos comerciantes optan por ir en busca de los compradores, instalando sus tiendas o puestos móviles improvisados por estas fechas cerca de las unidades educativas, es el caso de Gloria López, que es el segundo año que se dedica a la venta de uniformes escolares.
López señaló que el año pasado logró recuperar su inversión, que asciende a por los menos 3.500 dólares, y obtener ganancias, pero este año teme que no alcanzará su meta. “Bajó la venta en relación al año pasado, en esta época yo ya había recuperado lo que había invertido”, aseguró, al agregar que con las ganancias que obtuvo el año pasado cubrió los gastos de su familia por un par de meses.
Anotó que para no quedarse con la mercadería y hacer frente a la competencia, que es mayor que la que tuvo el año pasado, ha bajado sus precios.
Isela Céspedes tiene una tienda cerca de una unidad educativa, ella ya tiene varios años en el negocio. Comentó que, habitualmente, desde noviembre se prepara para la confección de las prendas, pero por la competencia creciente año a año ha ido bajando su producción.
“Ahora se ha reducido casi a una cuarta parte de lo que elaborábamos, hay mucha competencia”, dijo. Ante esta situación indicó que diversificó su producción confeccionando uniformes para las empresas.
Otro aspecto negativo que resalta es el ingreso de telas chinas. “Antes usábamos telas peruanas que eran muy buenas, pero como entraron las telas chinas hay que usar eso porque la gente busca lo más barato y no lo que más dura”, indicó.
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Confeccionistas, preocupados por el futuro de la industria textil local
La presidenta de la Cámara de la Mediana y Pequeña Industria (Cadepia), Luz Mary Zelaya, expresó su preocupación por la situación actual que atraviesa el sector textil en Cochabamba. "El contrabando efectivamente está liquidando a los pequeños productores, algunos dejan de confeccionar o cierran porque se ven muy amenazados con el ingreso de ropa de otros países y una muestra de eso es la baja en las ventas de uniformes de colegio ", dijo.
El representante del Comité de Defensa de la Industria Nacional (Codeina) en Cochabamba, Edgar Calizaya, por su lado, lamentó que los confeccionistas de ropa se encuentren en una situación crítica por efecto del contrabando y el ingreso de mercadería de otros países, principalmente de China.
En Cochabamba existen alrededor de 5 mil talleres de confección, de los cuales un 30 por ciento se dedica a la fabricación de los uniformes escolares, según Calizaya. El restante se dedica a la costura de otro tipo de prendas.
Señaló que las ventas bajaron en un 60 por ciento con relación al año pasado debido al ingreso de las prendas chinas.
“Antes había 30 trabajadores; ahora tienen dos a tres. No tenemos cómo subsistir ante estas condiciones. Antes se ganaba y había venta. También hay que recordar que nosotros dábamos fuentes de empleo, tenemos bordadoras y maquinaria completa”, manifestó Calizaya.
La situación es preocupante, sostuvo el representante de Codeina, por ello piden a las autoridades de Gobierno crear fábricas de telas, botones y otros para no tener que importar materiales y reducir los costos de la producción textil.
Asimismo pidió a las autoridades nacionales, departamentales y municipales tomar acciones claras contra el contrabando y la ropa usada, puesto que las normas vigentes no son ejecutadas en defensa de la industria nacional.
Empresas textiles cierran
El presidente de la Cámara de Industria de Cochabamba (Camind), Antonio Fernandez, señaló que según datos de Fundempresa uno de los sectores más afectados y amenazados en la actualidad por el contrabando es el textil.
En 2011, se cerraron 107 empresas textiles, cifra que ha crecido en los siguientes años. En 2012, fueron 145 las que cerraron; en 2013, 164 empresas; en 2014, "el ritmo de cierre de manufacturas textiles en el país fue mayor, cerraron 168", y para finales de 2015, el reporte era del cierre de 372.
Hasta abril de 2016, cerraron 114 industrias textiles en el país.
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Material Escolar
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