El sacrificio intelectual de los estudiantes pasó desapercibido durante los gobiernos neoliberales, sin embargo, ahora el Estado se encarga de incentivar el aprovechamiento escolar a través de varias políticas, entre ellas la gestión de becas solidarias en universidades privadas.
De acuerdo con datos oficiales, 5.800 estudiantes se beneficiaron con las becas solidarias, hasta diciembre de 2015.
Del mismo modo, 15.357 jóvenes fueron becados en institutos técnico particulares.
En ese marco, también las universidades públicas se sumaron a esta política de mejorar el acceso a la educación, pues otorgan ingreso directo a los mejores alumnos de cada municipio y sostiene convenios con sectores sociales.
En relación a ello, el ministro de Educación, Roberto Aguilar, dijo a los medios que las becas solidarias son un instrumento para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las familias bolivianas.
“A partir de esto podrán buscar espacios en academias de educación que les permitirá construir un futuro mejor para el país”, manifestó Aguilar tras la inauguración del acto especial de licenciamiento”, aseguró la autoridad.
La realidad fue muy diferente para nuestros abuelos y padres, pues desde el año 1985 al 2005, no se entregaban becas sociales a la población, cada familia debía responsabilizarse de la educación de los jóvenes.
Asimismo, durante el mismo período, los gobiernos neoliberales promovieron que las normales se entreguen a las Universidades, en este contexto fueron cerradas la Normal de Caiza D, Llica y Chayanta de Potosí, mientras que en Cochabamba se cerraron dos en Tarata, en Oruro la Normal de Corque, en Santa Cruz la de Portachuelo y en Chuquisaca la de Villa Serrano.
No obstante, desde el 2006 al 2015 se reabrieron todas las normales cerradas.
En este período la inversión estatal asciende a 195 millones de bolivianos en 27 escuelas superiores y 20 unidades académicas del país.
“Es notable que ahora los jóvenes tenemos un mayor acceso a la educación superior. Este Gobierno entiende que los estudiantes somos los principales constructores de un nuevo país”, remarcó David Casas, estudiante de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
Estas y otras políticas impulsadas por el Gobierno del presidente Evo Morales buscan alcanzar la liberación científica y tecnológica, con la visión de que a futuro se exporte conocimiento y no materias primas.
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