Si una unidad educativa funciona con cinco cursos de primero a quinto de primaria (y en paralelos) es necesario que se incluya el sexto. Los maestros que sean necesarios para los nuevos cursos serán trasladados de otros establecimientos con su misma carga y monto salarial.
“La organización de ítemes se resolverá como un tema interno, pero los nuevos cursos se irán a las unidades educativas junto a su personal”, explicó ayer el responsable de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Jorge Ponce.
“Si un colegio tiene (lo que eran) séptimos y octavos les estamos llevando a escuelas donde hay espacio (aulas) con sus mismos profesores”, precisó la autoridad. Esto con el propósito de completar los ciclos secundarios.
Ponce dijo que los ajustes se vienen realizando previo estudio de la situación de cada una de las unidades educativas “no se les va a quitar ni una hora a los profesores, no les vamos a quitar ni un centavo; pero tampoco les vamos a quitar a los estudiantes un espacio para su educación”.
En este sentido el secretario ejecutivo de la Federación de Maestros Urbanos de Cochabamba, Miguel Lora, dijo que se trata de un compromiso con las autoridades educativas mantener la misma carga horaria para no afectar sus salarios.
Según Lora la reestructuración curricular no mejorará la calidad educativa porque se trata de una reforma más. Dijo que los estudiantes del área urbana tendrán más dificultades de adaptarse a la nueva currícula que prioriza la enseñanza ancestral.
En el tema de infraestructura la responsable municipal Arminda Sánchez aseguró que intervendrán analizando la cantidad de terreno disponible. En los centros donde hay espacio se construirán complejos educativos.
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