El descenso brusco de la temperatura en la parte sur y central del Beni, provocó la interrupción de las actividades educativas en el distrito de Trinidad; la asistencia de educadores y alumnos a los distintos establecimientos fue mínima.
Pese a la lluvia persistente en horas de la mañana, solo algunos maestros y estudiantes lograron llegar hasta sus establecimientos, pero vano fue el esfuerzo que hicieron porque no había la cantidad suficiente de alumnos para pasar clases. Tuvieron que retornar a sus domicilios.
“Yo creo que con este tiempo casi nadie se anima a salir de sus hogares. Muchos padres de familia prefieren que sus hijos estén protegidos y que no se enfermen a consecuencia de este frío. Incluso los mayores se cuidan porque este frio, creo, que ha sido uno de los más fuertes”, dijo Roberto Céspedes, maestro de la unidad educativa Pompeya.
Otro educador de la escuela 4 de Febrero, Gustavo Velásquez, sostuvo que está bien que se proteja la salud de los niños porque no hacerlo podría tener consecuencias para la salud de los niños y el avance programático.
Sobre los perjuicios que implica la interrupción de las actividades educativas, ambos educadores indicaron que una vez se normalicen las clases aprovecharán el tiempo de manera efectiva, porque tienen planes que cumplir e informes que entregar sobre el avance de temas.
Pese a la lluvia persistente en horas de la mañana, solo algunos maestros y estudiantes lograron llegar hasta sus establecimientos, pero vano fue el esfuerzo que hicieron porque no había la cantidad suficiente de alumnos para pasar clases. Tuvieron que retornar a sus domicilios.
“Yo creo que con este tiempo casi nadie se anima a salir de sus hogares. Muchos padres de familia prefieren que sus hijos estén protegidos y que no se enfermen a consecuencia de este frío. Incluso los mayores se cuidan porque este frio, creo, que ha sido uno de los más fuertes”, dijo Roberto Céspedes, maestro de la unidad educativa Pompeya.
Otro educador de la escuela 4 de Febrero, Gustavo Velásquez, sostuvo que está bien que se proteja la salud de los niños porque no hacerlo podría tener consecuencias para la salud de los niños y el avance programático.
Sobre los perjuicios que implica la interrupción de las actividades educativas, ambos educadores indicaron que una vez se normalicen las clases aprovecharán el tiempo de manera efectiva, porque tienen planes que cumplir e informes que entregar sobre el avance de temas.
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