Miguel Ángel Mamani Ávila, un niño de 11 años que estudia en el Colegio Buenas Nuevas de la Villa Unión, zona del Plan Tres Mil, fue ascendido de curso por su excelente rendimiento académico. A principios de este mes, luego de superar varias pruebas, subió de octavo de primaria a primero de secundaria. Ésta es la tercera vez que es promovido, pues cuando estaba en el kinder, en 2005, pasó a primero básico y después de unos meses de cursar este grado fue ascendido a segundo básico.
Aunque es todavía breve el tiempo que viene compartiendo el aula con sus nuevos compañeros, Miguel Ángel asegura que se siente adaptado en el nuevo grado y que allí lo recibieron con respeto y amistad. EL DEBER lo encontró sentado en la primera fila del Primero Amarillo, dando examen de física.
Martha López, la directora del nivel secundario del colegio Buenas Nuevas, fue la encargada de evaluarlo para promover su ascenso. Ella indicó que el estudiante tiene una gran capacidad de aprendizaje y que su promedio de octavo era de 65 sobre 70 puntos. Explicó que el consejo de docentes determinó que rinda exámenes de física, química y matemáticas del grado inmediato superior para evaluarlo, y que en estas pruebas obtuvo entre 50 y 65 puntos. Después de analizar las mismas, el consejo decidió promoverlo, tomando en cuenta que numerosos estudiantes de primero de secundaria no pueden lograr este puntaje, sostuvo. También indicó que no se le tomó exámenes de las materias humanísticas porque él demostró un conocimiento amplio que supera el programa escolarizado.
Para Marcial Mamani, su padre, el ascenso de su hijo no fue un hecho inesperado, ya que Miguel Ángel tiene una gran capacidad para aprender y mantuvo el promedio alto. Cuenta que su hijo es juguetón y que por las noches sale con los amigos de su barrio, pero que dedica gran parte de su tiempo libre a leer, porque ‘es lo que más lo entretiene’, además que habla inglés.
Psicopedagoga aconseja hacerle un seguimiento
Para la psicopedagoga María Loreto Jara es muy importante que se haga un seguimiento del pequeño en su nuevo curso, pues la diferencia de edad con sus compañeros puede generar ciertas dificultades y problemas de adaptación.
Jara señala que es necesario tomar en cuenta el aspecto emocional y las características de la edad del estudiante, que varían según cada caso. Asegura que no sólo hay que ver el rendimiento académico, sino que éste depende de variables subjetivas y emocionales.
La familia de Miguel Ángel vive de la venta de material escolar y un negocio de fotocopias en el Plan Tres Mil. Su madre es ama de casa y sólo llegó a estudiar hasta segundo básico, y su papá, de oficio albañil, decidió ingresar a estudiar Derecho a sus 41 años. Miguel Ángel es el menor de cuatro hermanos. Para la directora Martha López, el apoyo de los padres de Miguel es el factor más importante para su rendimiento.
Aunque es todavía breve el tiempo que viene compartiendo el aula con sus nuevos compañeros, Miguel Ángel asegura que se siente adaptado en el nuevo grado y que allí lo recibieron con respeto y amistad. EL DEBER lo encontró sentado en la primera fila del Primero Amarillo, dando examen de física.
Martha López, la directora del nivel secundario del colegio Buenas Nuevas, fue la encargada de evaluarlo para promover su ascenso. Ella indicó que el estudiante tiene una gran capacidad de aprendizaje y que su promedio de octavo era de 65 sobre 70 puntos. Explicó que el consejo de docentes determinó que rinda exámenes de física, química y matemáticas del grado inmediato superior para evaluarlo, y que en estas pruebas obtuvo entre 50 y 65 puntos. Después de analizar las mismas, el consejo decidió promoverlo, tomando en cuenta que numerosos estudiantes de primero de secundaria no pueden lograr este puntaje, sostuvo. También indicó que no se le tomó exámenes de las materias humanísticas porque él demostró un conocimiento amplio que supera el programa escolarizado.
Para Marcial Mamani, su padre, el ascenso de su hijo no fue un hecho inesperado, ya que Miguel Ángel tiene una gran capacidad para aprender y mantuvo el promedio alto. Cuenta que su hijo es juguetón y que por las noches sale con los amigos de su barrio, pero que dedica gran parte de su tiempo libre a leer, porque ‘es lo que más lo entretiene’, además que habla inglés.
Psicopedagoga aconseja hacerle un seguimiento
Para la psicopedagoga María Loreto Jara es muy importante que se haga un seguimiento del pequeño en su nuevo curso, pues la diferencia de edad con sus compañeros puede generar ciertas dificultades y problemas de adaptación.
Jara señala que es necesario tomar en cuenta el aspecto emocional y las características de la edad del estudiante, que varían según cada caso. Asegura que no sólo hay que ver el rendimiento académico, sino que éste depende de variables subjetivas y emocionales.
La familia de Miguel Ángel vive de la venta de material escolar y un negocio de fotocopias en el Plan Tres Mil. Su madre es ama de casa y sólo llegó a estudiar hasta segundo básico, y su papá, de oficio albañil, decidió ingresar a estudiar Derecho a sus 41 años. Miguel Ángel es el menor de cuatro hermanos. Para la directora Martha López, el apoyo de los padres de Miguel es el factor más importante para su rendimiento.
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