23.10.09

Alumnos de 5 unidades educativas pasan clases en estructuras que son precarias


Alumnos de cinco unidades educativas de la ciudad de La Paz pasan clases en malas condiciones porque sus colegios no cuentan con una infraestructura adecuada para albergar a entre 200 y 600 estudiantes en cada uno de ellos.

La Prensa recorrió los colegios José Santos Vargas, José Martí, Alfredo Ariano, Carlos Salinas Aramayo y Agustín Castrillo, en los cuales pudo verificar el mal estado de los establecimientos. Dos de éstos son alquilados.

Durante dos semanas, padres de familia de seis macrodistritos de La Paz se movilizaron con piquetes de huelga de hambre y bloqueos de avenidas para pedir al municipio la construcción de edificios escolares y la dotación de más mobiliario.

Padres de familia del colegio José Santos Vargas, ubicado en la zona de Llojeta, bloquearon durante cuatro jornadas la intersección de las avenidas final Buenos Aires y Mario Mercado para pedir 28 aulas para el establecimiento.

Este colegio tiene ocho aulas para sus 595 alumnos de inicial, primaria y secundaria, que se dividen en dos turnos, por la mañana los dos primeros y por la tarde el tercero. Cuatro de sus cursos tienen las paredes rajadas, y los techos, goteras. Sus asientos están rotos.

Uno de los cuartos, que alberga a 45 alumnos de primero de secundaria, mide dos por cinco metros.

El de quinto de primaria, que tiene 25 alumnos, hasta el año pasado era un ambiente utilizado como biblioteca. Además, una parte de una pared está tapada con calamina porque ahí chocó un camión.

Los otros colegios

El colegio José Martí, ubicado en la calle Campero, en el centro de la ciudad, comparte la infraestructura con el colegio Argentina, que funciona en el turno de la mañana. En total, esa estructura alberga a mil estudiantes.

Tiene aulas pequeñas, cada una con 30 a 40 estudiantes, por lo que cada pupitre, según su directora, Sara Michel, sirve para tres estudiantes. El patio del establecimiento es pequeño. Uno de sus principales problemas son sus baños, que no tienen puertas y son precarios.

El mismo panorama se vio en la Unidad Educativa Agustín Castrillo, ubicada en la calle Comercio, al lado del Museo Nacional de Arte, la cual funciona desde hace 56 años y tiene 258 estudiantes de primaria y de secundaria.

Este colegio está lleno de pasadizos. Tiene cursos de tres por cuatro metros para los 40 alumnos de cuarto de secundaria. Como los pupitres no alcanzan, entonces los alumnos tienen que escuchar de pie la clase.

Sus mingitorios no tienen una puerta principal y hay aulas contiguas, por lo que los alumnos deben respirar los malos olores.

Su directora, Rosemary Aliaga, indicó que por estar a unos pasos de la plaza Murillo es un predio calificado como patrimonio de La Paz, por lo que no se puede refaccionar el establecimiento.

El colegio Carlos Salinas Aramayo, ubicado en la avenida Illimani de la zona de Miraflores, tiene alrededor de 220 alumnos de primaria en el turno de la mañana. Por la tarde es el colegio Eulogio Yugoslavia, con 400 alumnos de secundaria.

El colegio, desde su fundación hace 63 años, alquila infraestructura. Desde hace tres años funciona en el colegio San Marcos.

Los predios de la escuela Daniel Sánchez Bustamante III (turno de la mañana) y Alfredo Ariano (turno de la tarde), ubicados en la avenida Tejada Sorzano, entre la Sucre y la Yungas, también son alquilados desde hace 40 años.

Padres de familia dialogan con la Alcaldía

Después de cuarto días de bloqueo en la zona de Alto Inca Llojeta, la Alcaldía de La Paz y padres de familia del colegio José Santos Vargas pactaron ayer un cuarto intermedio y se sentaron a dialogar.

El lunes, padres de familia de la junta escolar bloquearon la intersección de las avenidas final Buenos Aires y Mario Mercado y así impidieron el paso de los camiones de basura al relleno de Alpacoma. La demanda es la construcción de 28 aulas. El martes, la Policía y la Guardia Municipal despejaron el bloqueo, pero en la noche los padres volvieron a cortar la circulación vehicular.

Ayer por la mañana, el lugar amaneció bloqueado, pero hacia el mediodía un centenar de miembros de la Policía y de la Guardia Municipal y camiones y tractores volvieron de desbloquear. Pero esta vez, las autoridades ofrecieron iniciar un diálogo en la Subalcaldía de Cotahuma y los padres determinaron un cuarto intermedio en su medida. Hasta las 20.00 continuaba el diálogo.

Felicidad Mamani, del directorio de la Junta Escolar, indicó que la medida no se levantará hasta que haya un acuerdo con el Gobierno Municipal de La Paz. “Estamos en un cuarto intermedio, es decir que vamos a dejar pasar los vehículos públicos y privados, sin embargo no pasarán los carros de basura”.

El movimiento es parte de la huelga de hambre que se realiza desde hace dos semanas en la sede del Servicio Departamental de Educación (Seduca), en la que directivos de juntas escolares de seis distritos demandan la construcción de más infraestructuras. El comité de bases de padres de familia, encabezado por Víctor Silvestre, desconoció a esos dirigentes.

El conflicto

Hace dos semanas, los padres de familia de seis distritos iniciaron un huelga de hambre.

Luego de una semana se tapiaron en el Servicio Departamental de Educación.

El lunes, los padres de Llojeta bloquearon el acceso al relleno sanitario.

Ayer comenzó el diálogo entre los padres de familia y las autoridades municipales.

Dos colegios del centro paceño funcionan en infraestructuras que son alquiladas.

Cada uno de los cinco establecimientos alberga a entre 200 y 300 estudiantes por turno.

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