Los cuatro pilares fundamentales que componen el Programa de Formación Complementaria para Maestras y Maestros en Ejercicio (Profocom) requieren de ajustes, toda vez que no están cumpliendo sus objetivos, según los profesores de colegios fiscales y particulares a los que entrevistó este medio.
Todo proceso de enseñanza-aprendizaje incluye, como partes fundamentales, a los estudiantes, facilitadores, el método empleado en el proceso y los materiales usados, además de la capacidad de transferir estos conocimientos a los alumnos en clases.
Los horarios de las clases, la mezcla de profesores de todas las asignaturas, la inexperiencia de los capacitadores, los títulos diferenciados para normalistas y profesionales, los textos de estudio y el método de enseñanza son los principales problemas identificados por algunos maestros que cursaron el Profocom.
BUROCRACIA
Con el pie fracturado y un intenso dolor, la maestra Marlene, quien pidió guardar en reserva su identidad, asistió por ocho horas a una de sus clases del Profocom.
La burocracia para lograr un permiso, por salud o emergencia, es uno de los problemas del programa que puso a esta maestra entre la espada y la pared. Su inasistencia podía haberle costado la reprobación del módulo y del Profocom, el cual había cursado durante un año. No tuvo más alternativa que ir a la clase con el yeso y casi sin poder caminar.
Varios de los maestros coincidieron en que para faltar a una clase debían redactar una carta dirigida al Ministerio de Educación, requisito considerado “burocrático”.
Y como faltar a una clase puede derivar en la reprobación del módulo y del curso, los profesores optan por asistir a los cursos aun enfermos.
Este programa de formación es un requisito para los maestros que imparten clases tanto en el sistema público escolar como en el privado.
El curso para los profesionales universitarios consta de 12 módulos, mientras que para los egresados de las normales o Escuelas Superiores de Formación de Maestras y Maestros son en total 16.
HORARIOS
El horario de las clases y el tiempo que se debe invertir en el curso son dos problemas del Profocom, según la maestra Marlene, quien realizó la segunda fase de este programa en la ciudad de La Paz.
El problema, según esta maestra, radica en que deben asistir ocho horas los domingos, una o dos veces por mes, por un periodo de dos a dos años y medio, además de reunirse en la semana con sus grupos de trabajo.
El secretario ejecutivo de la Federación de Maestros Urbanos de Cochabamba, Miguel Lora, refuerza la observación de la maestra y asegura que el horario del Profocom ha causado divorcios y problemas de salud entre los profesores.
“Hemos conocido casos de divorcios y destrucción de familias, por pasar el Profocom. No es una exageración, cualquier profesor lo puede atestiguar”.
El coordinador regional del Profocom en Cochabamba, Rubén Ustáriz, argumentó que no había otra forma de aplicar el curso, debido a la ocupación de los maestros en semana con sus clases.
OBSERVACIONES
Que los maestros no hayan sido separados por asignaturas ocasionó un conflicto en los avances de los módulos. Si bien los textos son diferenciados, de acuerdo con los niveles, hay mucha confusión a la hora de presentar los trabajos finales, indicó Jhaneth una maestra que realizó el Profocom en Quillacollo, quien solicitó también guardar su nombre en reserva.
CAPACITADORES
“En la clase he visto la improvisación total de los capacitadores”, afirmó la maestra Jhaneth.
La profesora relató que los facilitadores con los que trabajó eran profesores que habían sido alumnos en la primera fase del Profocom, sin experiencia.
“Parecía que seguían aprendiendo con nosotros, no dominaban los temas y ni siquiera coordinaban las clases y las suspendían para otra semana”.
La dirigente de la Federación de Maestros Urbanos de Cochabamba Natalia Capani puntualizó que muchos profesores que cursaron la primera fase del Profocom fueron convocados para ser capacitadores. Sin embargo, por la falta de experiencia y el tiempo que debían invertir, la mayoría rechazó esta propuesta.
Ustáriz reconoció que hay maestros que se formaron en el primer curso e ingresaron a dar clases. No obstante, él considera que se trata de personal capacitado, que fue entrenado para realizar esta tarea.
TÍTULOS DIFERENCIADOS
Los profesores universitarios y los maestros normalistas que vencieron el curso del Profocom reciben títulos diferenciados.
Los primeros obtienen un título a nivel de diplomado y los segundos el grado de licenciatura en Educación.
Los maestros que son profesionales universitarios titulados se quejaron por ser discriminados de esta forma. Ellos creen que tienen el derecho de recibir una segunda licenciatura por el Profocom.
APLICACIÓN EN EL AULA
A medida de que los cursos avanzaban, los profesores tenían que aplicar lo aprendido en el Profocom.
Esta fue una tarea difícil para los profesores que terminaron el curso hasta el año pasado. Una de las dificultades para la implementación del Profocom tuvo que ver con los directores de las unidades educativas. Estas autoridades no entendían en qué consistían los cambios porque no habían pasado el curso.
Los profesores que decidían aplicar los cambios, por exigencia de sus capacitadores, encontraban resistencia en los directores.
La maestra Jhaneth señaló que en su colegio de Colcapirhua la mayoría de los profesores tenía las herramientas para hacer la planificación diaria y bimestral, pero que el director no lo entendía.
MATERIAL DE ESTUDIO
Otra observación de los maestros apunta al contenido de los textos que se les entregó para el programa.
La profesora Marlene dice que sin la ayuda de los facilitadores las lecturas no podían ser comprendidas.
"Eran varios libros. En algunos la orientación metodológica se planteaba de distinta forma. No sabíamos cómo aplicarlas, era muy confuso, nos tenían que explicar en las clases".
Al final de los cursos, los maestros recibían un texto de aproximadamente 300 páginas, que tenían que memorizar porque de ellos salían los exámenes.
"En las pruebas no se apelaba a la comprensión. En algunos casos había que memorizar hasta los esquemas de las materias".
También les entregaron textos que tenían resúmenes o fragmentos de algunos autores, que según la profesora estaban mal hechos y tampoco eran de fácil comprensión.
Se les exigió que enseñen solo temas nacionales, según la profesora Marlene, quien en su clase de música tenía contenidos de Mozart y Beethoven.
“El objetivo era sacar toda la información que ellos consideran colonialista, que viene de afuera, pero de alguna forma logramos hacer una fusión”.
En criterio de esta maestra, el Profocom hace que los profesores retrocedan en el tiempo en cuanto a contenidos, por el enfoque que se le quiere dar con la Ley de Educación 070 Avelino Siñani- Elizardo Pérez.
El objetivo es dejar de lado los contenidos que tienen origen foráneo, pese a que los maestros consideran que en algunos casos son necesarios para alimentar el conocimiento de los estudiantes de colegio.
Los profesores fueron controlados por sus capacitadores para que estos contenidos sean aplicados.
Marlene comentó que en su caso, representantes del Ministerio de Educación asistían a las aulas para realizar el control.
LA SISTEMATIZACIÓN
Pero no todo el programa tuvo puntos negativos. Hay profesores que destacan también el lado positivo del Profocom.
Uno de esos puntos es el trabajo de sistematización que se hace al finalizar el curso y que se convierte en una especie de tesis.
Los maestros deben reunirse en grupos de dos, como mínimo, y cuatro como máximo, para presentar un trabajo que sea luego aplicado en el aula.
Este trabajo permitió en la etapa final compartir experiencias entre profesores de distintas asignaturas para elaborar un material que pueda ser aplicado en las aulas de la escuela.
Si bien fueron agrupados los profesores de religión con los de matemáticas o artes plásticas, todos debían buscar un tema que sea trabajado desde distintos enfoques.
Jhaneth, maestra de la materia ciencias de la vida, cuenta que su equipo, junto a profesoras de otras asignaturas, realizó el trabajo “Abono orgánico como recurso para la implementación en los momentos del modelo educativo basado en el medio ambiente”.
“Al principio fue difícil, teníamos poca información de lo que debíamos hacer en el trabajo de sistematización, pero por lo menos a mí me sirvió y ahora lo aplico como parte de mis contenidos de clase”.
La maestra mencionó que trabajó con profesores de otras asignaturas que conocían poco del área de las ciencias naturales y medio ambiente, pero que tuvieron que aprender.
Para Jhaneth, que estudió en la normal Simón Rodríguez de Quillacollo, hacer el Profocom fue beneficioso porque obtuvo el grado de licenciatura que ahora le abrirá más espacios en el campo laboral.
El dirigente del magisterio Miguel Lora calificó como positiva la última etapa por la que pasaron los docentes para hacer su trabajo, porque los nutrió de conocimientos.
El coordinador departamental del Profocom, Rubén Ustáriz, defendió la capacitación. Indicó que los cursos no solo se hicieron por hacer conocer la Ley 070, sino también para preparar al maestro en su especialidad y en el modelo sociocomunitario educativo, de tal manera que no haya ningún docente que desconozca las nuevas metodologías.
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