El actual sistema de evaluación escolar establece el análisis integral de los estudiantes y no solo el conocimiento de los contenidos impartidos en el aula. Es así que ahora se califican los valores, principios y conocimiento de los estudiantes, englobados en cuatro dimensiones: el Ser, Saber, Hacer y Decidir. Cada uno con determinado puntaje.
El nuevo método fue implementado en 2013 en los primeros cursos de primaria y secundaria, y a partir de 2014 se aplica en todos los grados, desde el nivel inicial hasta secundaria.
El director de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Jorge Ponce, asegura que el objetivo del nuevo sistema de evaluación es contribuir al desarrollo integral de los estudiantes y aportar en la transformación social a través de procesos educativos que pongan énfasis en la investigación creativa y productiva.
CALIFICACIÓN
Uno de los principales cambios, normado en la Reglamentación de Evaluación, es el puntaje de la calificación. Se establece un máximo de 100 puntos, con una nota mínima de aprobación de 51. La dimensión del Ser es valorada sobre 20 puntos; la del Saber sobre 30; la del Hacer, 30 y la del Decidir, 20.
La norma señala también que el proceso debe ser evaluado bimestralmente y no cada tres meses. “En espacios más cortos el alumno rinde mejor, hay mayor comprensión y se puede hacer un seguimiento más minucioso”, puntualiza Ponce.
AUTOEVALUACIÓN
Otro cambio es la incorporación de la autoevaluación. Es un proceso de valoración cualitativa y cuantitativa que realiza cada estudiante sobre su desempeño, aprovechamiento, logros y dificultades durante el desarrollo académico.
Los estudiantes deben asumir con responsabilidad y honestidad el pro- ceso de autoevaluación, señala Ponce.
Según el reglamento, debe considerarse el interés demostrado durante el desarrollo de las clases, los aportes en la discusión y producción de conocimiento, el cumplimiento de actividades y tareas asignadas, la creatividad e innovación demostrada en el desarrollo curricular, la asistencia a clases (puntualidad, retrasos, ausencias y otros) y la práctica de principios y valores.
Además, el respeto a la equidad de género, a la igualdad de oportunidades, la lectura crítica y reflexiva de los diferentes aspectos de la realidad, entre otros valores y principios.
Los resultados de la autoevaluación de los estudiantes son referentes que deben ser tomados en cuenta por los maestros en la evaluación cualitativa y cuantitativa.
Según Ponce, el autoanálisis es una parte sustancial para escuchar al alumno “pues no solo la maestra es la dueña de la materia”. Es posible analizar el desarrollo individual del colegial, su interrelación con sus compañeros y profesores y su participación en la comunidad. Además, se puede saber cómo percibe una materia y su rendimiento en determinada área.
La autoevaluación debe realizarse de forma paralela a la evaluación bimestral.
EVALUACIÓN
COMUNITARIA
Otro elemento novedoso en el reglamento es la evaluación comunitaria. “Hoy se evalúa con la participación del maestro, del alumno, de los directores y los padres de familia”, explica Ponce.
Las reuniones deben realizarse por lo menos una vez en el bimestre, con la participación de los padres, los estudiantes y los profesores del curso.
Desde el punto de vista de la autoridad, el nuevo método permite ver las dificultades y logros del alumno, el desempeño del maestro y su metodología y el desarrollo de los contenidos.
Se valora el desarrollo curricular haciendo énfasis en sus logros y dificultades.
Los aspectos más relevantes de esta evaluación tienen que ser asumidos por los profesores y alumnos.
Los resultados de la evaluación comunitaria relacionados al desarrollo curricular deben permitir reajustar o reorientar las formas de enseñanza y aprendizaje, los contenidos, la misma evaluación, el uso de materiales, la organización de la clase, los tipos de interrelaciones entre los integrantes de la comunidad educativa.
SIN REPROBADOS
La nueva reglamentación instruye la aprobación de todos los estudiantes de primaria. Según Ponce, son los cursos donde se desarrolla la lectura y escritura, se fortalece el desarrollo de la identidad. “Es un cimiento básico y principal para que el niño vaya desarrollándose y no podemos truncar el proceso con la reprobación”, asegura.
Otro aspecto importante en esta nueva forma de evaluar es el salto de curso al inmediato superior. La reglamentación toma en cuenta el talento extraordinario de los alumnos.
Los padres de familia pueden solicitar que sus hijos sean evaluados durante el primer bimestre por una comisión técnica a cargo de las direcciones distritales.
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