La formación integral de un estudiante con alto nivel académico y con formación en valores, tal cual establece la nueva Ley Educativa 070, demanda otra propuesta curricular. El análisis lo realiza el educador Alberto Libera, quien es asesor del área y tiene una experiencia de más de 26 años en el ámbito nacional e internacional.
Según Libera, la propuesta curricular no coincide con lo que se espera del nuevo sistema de evaluación “porque el proceso curricular es pobre”.
El actual sistema educativo no ha sufrido una transformación de fondo y continúa centrado en el conocimiento a través del desarrollo de las materias tradicionales y, por lo tanto, debe haber otro plan curricular acompañado de estrategias para la formación en valores de los colegiales, explica el experto.
La oferta del Ministerio de Educación para el desarrollo de los valores de los niños y adolescentes se limita a la elaboración de un Proyecto Socio Productivo (PSP).
Según Libera, cerca del 90 por ciento de los establecimientos de Cochabamba ha optado por el cuidado del medio ambiente, lo cual no es suficiente pues hay otros principios que quedan fuera como la justicia, equidad de género, tolerancia, entre otros. Por lo tanto, hasta ahora el PSP no basta para formar los valores más importantes.
Desde el punto de vista del educador, la transformación es muy limitada. “Si bien se proponen algunos cambios metodológicos, la visión sigue siendo la misma”.
El nuevo sistema de evaluación trae consigo aspectos novedosos y positivos y elementos que deben ser corregidos, de tal manera que no se puede decir que sea completamente positivo o negativo, explica el profesional.
La virtud del nuevo método de evaluación es que se amplía la visión del escolar y se toma en cuenta su forma de ser. Ahora se valora al estudiante en cuatro dimensiones, el Saber, Hacer, Ser y Decidir. Las dos primeras están destinadas al análisis de las destrezas y conocimiento y las otras valoran la personalidad.
El nuevo Reglamento de Evaluación asigna más puntos a los valores (Ser y Decidir) que en anteriores modelos educativos, 40 de los 100. Los restantes 60 están destinados al conocimiento (Saber y Hacer).
Libera recuerda que antes de la Reforma Educativa de 1994 (Ley 1565), solo se evaluaba el conocimiento del estudiante. Con la Ley 1565 se abrió la posibilidad de realizar un análisis más integral y se incorporó, en el nivel secundario, el Desarrollo Personal y Social, dando así la oportunidad de calificar los valores con 10 puntos de los 70.
Sin embargo, el sistema adolece de estrategias adecuadas porque los valores no se pueden evaluar ni por cuestionarios ni a través de un solo proyecto.
Libera explica que para enseñar Matemática, por ejemplo, se usa la pizarra, pero advierte que los valores no se forman con clases, más bien con acciones y actividades.
“Lo que pretende el Gobierno es que con el currículum antiguo, basado en materias, materias y más materias, formemos en valores”, lamenta.
DIFICULTADES
Uno de los aspectos conflictivos del Reglamento de Evaluación es la calificación del Ser y el Decidir, por el riesgo de subjetividad en el que puede caer el maestro. “Hay muchos peligros, a mí un alumno me cae bien y le pongo 100 y el otro no me cae tan bien y le pongo 30”, advierte.
En el tema de la autoevaluación también se corre el mismo conflicto, que el estudiante al autoevaluarse se califique como a él le convenga.
AJUSTES
La primera recomendación realizada por Libera para un adecuado desarrollo de la evaluación educativa es la fusión de las dimensiones del Ser y Decidir, porque no existe una clara frontera entre ambas. “Somos lo que decidimos, yo decido dedicarme a robar y soy un ladrón” ejemplifica.
Además, el proceso se simplificaría porque en la mayoría de las unidades educativas el número de estudiantes por aula es superior a los 40, demasiado para que el maestro realice un seguimiento adecuado.
En Bolivia, aún no existen las condiciones necesarias para asumir exitosamente el nuevo Reglamento de Evaluación, por lo tanto se debe buscar una normativa que se adapte a la realidad del país, indica.
Debe reconsiderarse la promoción automática de los estudiantes en el nivel primario, pues existen situaciones en que los estudiantes pueden llenar sus vacíos repitiendo un curso. Libera cree conveniente que en tercero y sexto de primaria se abra la posibilidad de aplazos de año.
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