Sucre Escuelas de la Capital aún esperan alumnos

Las escuelas Gran Mariscal de Ayacucho y Gregorio Reynolds, ubicadas en el centro de la ciudad, continúan sin alumnos, mientras que en otros colegios siguen las colas y algunos problemas entre el personal de los establecimientos educativos y los padres de familia, que a toda costa quieren que sus hijos ingresen a esos colegios.
A tres días que iniciaron las inscripciones escolares, los alumnos que se registraron en ambos establecimientos educativos, se pueden contar con los dedos de las manos; lo curioso es que las dos escuelas están ubicadas en pleno centro de Sucre.
La escuela mixta Gran Mariscal de Ayacucho está en la calle San Alberto Nº 366, además de su edificio antiguo cuenta con una moderna infraestructura recientemente construida al fondo del terreno. Asimismo, ofrece participación cultural en actividades musicales, encuentros deportivos, desarrollo de la expresión, creatividad y motricidad.
De igual forma, la escuela Gregorio Reynolds, ubicada tres cuadras arriba de la Plaza 25 de Mayo, cuenta con un amplio espacio para albergar a los niños. Además, el personal docente, con el objetivo de captar más alumnado, optó por obsequiar material escolar a los inscritos.
Una de las técnicas de la Dirección Distrital de Educación Sucre, Yuvinka Villa Gómez, alentó a los padres de familia a inscribir a sus hijos a estas dos escuelas, porque allí recibirán una formación con valores. “No tienen porque preocuparse, porque los docentes y directores también tienen su prestigio ganado”, dijo.
Sin embargo, hay desesperación en algunos padres de familia que quieren “meter a sus hijos de cualquier forma a ciertos establecimientos educativos a los que consideran los mejores, o de gran prestigio”, manifestó Villa Gómez.
Esto les genera percances, añadió, con otros padres o con los administrativos de colegios, a causa de las fichas que distribuyeron los padres –que no tienen ninguna validez- o con las personas que llegaron más antes a las filas.

FALTA DE ESPACIOS
Muchos padres fueron rechazados porque los establecimientos ya no tienen la capacidad para recibir a más alumnos, por su reducida infraestructura y esto está ocurriendo en el centro de la ciudad. “No se puede recibir a más alumnado porque son ellos quienes salen más perjudicados”, dijo.