Roxana está preocupada porque su segunda hija tiene que asistir al prekinder. La experiencia que tuvo con la mayor fue traumática por la resistencia de la niña a quedarse sola en el kinder, lo que la obligó a asistir a clases con ella cerca de seis meses; de otra manera no paraba de llorar. Los padres que vivirán la historia por primera vez permanecen en la incertidumbre ante el nuevo desafío, pues no saben cuál va a ser la respuesta de los niños y niñas.
La nueva etapa supone más disciplina, cumplimiento de horarios, compra de ropa o de uniforme, de libros, y otros compromisos que exigen un esfuerzo tanto para los hijos como para los padres. Para muchos de ellos la entrada o la vuelta al colegio representa un cambio demasiado radical. Los profesionales explican que el retorno a clases después de dos meses de vacación también genera ansiedad y preocupación en los estudiantes.
MÁS PRONTO, MEJOR El ingreso de los niños desde los tres años de edad a talleres iniciales determina de manera positiva su adaptación al sistema escolar: a kinder y primaria.
La educadora Teresa Luján asegura que la estimulación temprana especializada o aquella realizada en el hogar diminuye el rechazo al colegio y reduce las posibilidades de un ingreso traumático al prekinder o kinder.
Teresa Luján lamenta que algunos padres de familia -que pueden costear centros educativos iniciales- minimicen su aporte en la formación de los ni-ños y niñas “porque piensan que van sólo a jugar y no es así”, asegura la educadora.
El primer desafío con el que se enfrenta un niño o niña el primer día de clases es el desapego de los padres, la separación temporal el cual puede ser superado si se estimula su personalidad e independencia. Otro de los retos para los niños y niñas es vencer el miedo que tienen a los adultos.
Luján resalta la importancia del ingreso a temprana edad de las niñas y niños al sistema escolar porque no sólo aprenden a leer, escribir o contar; “van formando gradualmente su carácter, su capacidad de reflexión y juicio, al tiempo que se le amplían los conocimientos”.
En el nivel inicial el niño aprende a tener concentración, coordinación de sus movimientos. Se introduce al razonamiento lógico a una lectura comprensiva.
RECOMENDACIONES El primer día de clases es importante porque se genera un vínculo de confianza y seguridad entre el niño y sus padres y por lo tanto deben dedicar el tiempo necesario a sus hijos para facilitar el proceso de adaptación. Lujan insiste en que la edad ideal es a los tres años porque a los cinco años ya es más dificultoso y exige de los padres y de la escuela mayor tiempo de adaptación y motivación porque de lo contrario lo “asumen con resignación y no con agrado”.
Las educadoras Teresa Luján y Silvia Salama coinciden en que el ingreso a los centros de educación inicial debe ser entendido como un proceso -que de inicio- tiene que ser un período breve que será ampliado a los tiempos establecidos paulatinamente. No es recomendable de principio un lapso prolongado -por ejemplo desde las ocho hasta el medio día- “porque se le causa angustia al niño en su interior”, enfatiza Luján.
Un inadecuado inicio escolar produce en los niños angustia, miedo, rechazo a la escuela, “la ve como un castigo y no como algo que le va a producir agrado”.
Algunos consejos sencillos, que Roxana y otros padres de familia deben tomar en cuenta son involucrarlos en la compra de sus materiales, su estuche y mochila de acuerdo a sus gustos.
Los papás deben explicar con tiempo de anticipación a sus hijos sobre la nueva etapa que emprenden; si no lo han hecho todavía tienen que hacerlo ahora.
Es necesario explicarles que dentro de pocos días irán al prekinder, “tienen que empezar ahora y decirles que es su responsabilidad para que después ellos puedan desenvolverse como sus padres”.
PRIMARIA ES MÁS FÁCIL Si el nivel inicial ha sido desarrollado adecuadamente, los niños y niñas no tendrán dificultades para adaptarse a una nueva etapa escolar que es la primaria, donde los horarios son más prolongados. Si la maestra lo motivó lo suficiente llega a primero con ansias de aprender y se va a integrar con facilidad.
Luján recomienda que las dos primeras semanas se realice el período de adaptación.
APUNTES
Formación integral
La necesidad de que los niños y niñas acudan al colegio no responde solo a necesidad de
aprender a leer, escribir y a contar. Además, el niño va formando gradualmente su carácter, su capacidad de reflexión y juicio, al tiempo que se le amplían sus conocimientos
Taller inicial
Es importante que los padres lleven a sus hijos por lo menos desde los tres años de edad a los talleres iniciales para que puedan adaptarse paulatinamente al sistema educativo. Los niños socializan valores como la solidaridad, la responsabilidad y fortalecen su seguridad y auto estima.
Sinceridad
Los padres deben ser claros y directos al explicar a sus hijos que tienen que asistir al kinder o retornar al colegio. Informarles que lo más importante y beneficioso, lo mismo que hacerles partícipes del “ajetreo”. Al momento de despedirse deben explicarles que estarán presentes a la salida del aula y “así debe ser”.
Enseñar a ser independiente
Los padres de familia que no disponen de dinero para enviar a sus niños a los talleres iniciales pueden estimularlos en la casa.
Es indispensable que la mamá o el papá le enseñe al niño a ser independiente dándole responsabilidades y estableciendo horarios.
Es importante que los niños y niñas sepan a qué hora pueden ver televisión, levantarse la cama y hacer tareas. Por ejemplo, recortes, pintura u otras manualidades. Esto les prepara para una vida y rutina de orden y de horarios. La educadora Teresa Luján señala que los hábitos de horarios son las mayores dificultades de los niños “al llegar a clases piensa que pueden seguir jugando todo el tiempo”.
Para guiar las actividades de los niños en la casa no se necesita ninguna formación pedagógica y la mamá puede dedicarle una hora mientras está cociendo la sopa, asegura Luján.
Una alternativa sugerida por la educadora es llevar a los niños a los centros populares donde pueden recibir estimulación que les permita integrarse con mayor facilidad a la escolaridad.
Directora recomienda a los papás no decirle mentiras al niño ni llegar al Kinder cargándolo
La directora del nivel inicial (Conejito Blanco) del colegio Isaac Attie, Silvia Salama, asegura que los papás juegan un papel indispensable en la adaptación de los niños y niñas a la etapa pre escolar y señala como factor importantes el respeto a las normas del establecimiento. Por ejemplo, es importante que el niño o niña ingrese al jardín caminando de su mano, ya que si lo hace en brazos el despegue suele ser más difícil.
Los papás deben estar en el kinder en el momento en que se abre la puerta para recogerlos porque “si ellos ven que sus amigos se van y nadie viene en su búsqueda se angustian”, explica Salama.
Es importante la despedida “con un beso, sin mentiras y en forma breve”, y nunca deben volver después de despedirse para ver cómo está el niño.
Salama indica que el paso de la casa a un centro educativo, implica un gran cambio y los niños tienen que aprender a compartir con otros compañeros la atención de la maestra así como el espacio del aula, tendrá que permanecer durante algunas horas en un espacio nuevo, con horarios, reglas y pautas diferentes a las de su casa. Pero tal vez, lo más difícil, es aceptar que “mamá y papá no estarán cerca de él”. Por lo tanto, recomienda paciencia y firmeza a los padres de familia.
El periodo de adaptación requiere especial atención y es recomendable que se realice en forma paulatina aumentando progresivamente el tiempo de permanencia del niño en el centro educativo.
En el caso de los niños que ingresan a taller inicial, dice Salama, y los papás tienen la posibilidad de elegir el momento oportuno se les recomienda que no debe coincidir con un momento crítico para los niños como, por ejemplo, la llegada de un hermanito, una mudanza, cambios de dormitorio, el abandono del chupete, la mamadera, los pañales entre otros factores para que su nueva etapa sea estable y reconfortante.
Celia Tapia
Docente
Los escolares deben empezar a repasar tareas y tener todo listo
Volver a clases después de dos meses, en los que ha cambiado la rutina diaria y se han dejado de lado los textos escolares, es para los estudiantes un motivo de preocupación y de ansiedad.
La educadora Celia Tapia señala que para prevenir estos problemas los padres deben apoyar a sus hijos a recuperar la rutina escolar por lo menos una semana antes de empezar el colegio.
Para eso los papás deben tomar en cuenta recomendaciones. Es importante establecer nuevos horarios para dormir y despertar. Poco a poco, los niños y jóvenes deben ir ajustándose al horario establecido en época de colegio. Tapia explica que eso evitará que el niño no acuda el primer día de clases cansado, irritado o malhumorado.
Tapia aconseja que se dé un horario, todos los días, para que los niños revisen lo que fue estudiado en el curso anterior como, por ejemplo, las tablas de multiplicar, temas de lenguaje o literatura, entre otros, para evitar alguna inseguridad que pueda sentir al iniciar un nuevo curso.
Los padres de familia deben evitar dejar “todo para última hora”. La profesional señala que hay que realizar con anticipación la compra de los libros, material escolar o el uniforme o ropa casual. Es positivo que los niños participen en tareas como forrar los libros, poner su nombre en las etiquetas, limpiar los zapatos, “eso evitará la ansiedad y la preocupación de los niños señala Tapia.
Es positivo para los niños y jóvenes entrar en contacto con sus mejores amigos del colegio para “romper un poco el hielo del reencuentro”.
Cuando el niño, niña o joven se queje de volver al colegio, se tiene que buscar el lado positivo de la experiencia y no darle “tanta importancia” porque la situación se presenta hasta en la vida adulta en el retorno al trabajo después de algún receso, finaliza Tapia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario