23.5.13

La escuela instruye y la familia educa

La influencia que los padres ejercen sobre sus hijos marcará el resto de su vida. El desarrollo intelectual, los valores civiles, sociales, morales y religiosos; la alimentación, el deporte, bases artísticas y hasta los gustos y manías, pasan de padres a hijos complementando así la educación escolar y ayudándolos en su desarrollo humano.

En la actualidad, la mayoría de los padres educan sin límites y respeto a sus hijos y de aquí viene una de las dicotomías entre la escuela y la familia.

El problema de la educación radica aquí, en el momento en que las familias delegan la totalidad de la educación de sus hijos e hijas en los maestros. Y si en muchos casos los niños y niñas no respetan a sus padres, ¿cómo van a respetar la figura del maestro? La escuela es una compañera en el largo camino que supone la educación pero no puede ser una sustituta de la familia, ya que es en ella donde se fraguan la mayoría de los valores esenciales para la vida del individuo.

A todo esto hemos de sumar que la educación en el contexto familiar recibe la influencia de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

La autoridad no consiste en mandar, sino que es sinónimo de ayudar a crecer, de transmitir además de amor, felicidad y bienestar, valores y normas, de fomentar junto con el cariño el respeto.

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