26.1.12

Bochornos escolares inolvidables

Expulsiones, indisposiciones en público o berrinches forman parte de las anécdotas que nueve personalidades bolivianas de la televisión, el cine, el arte, la farándula y el deporte se animaron a compartir con mía.

Las consecuencias de estos incidentes pueden ir más allá de la simple vergüenza del protagonista. Algunos han terminado encasillando a un niño en el papel de travieso o buscapleitos por lo que quedó de su carrera escolar, lo que provocó problemas en la familia del sindicado.

Otras personalidades, como la asambleísta cruceña Adriana Gil, o la cantante orureña Emma Junaro, comentaron que la etapa escolar estuvo llena de buenos momentos y que no guardan ningún recuerdo bochornoso de importancia, “salvo algunos retrasos”, apunta Junaro.

Los nervios, las travesuras y las acusaciones injustificadas son las principales causas de momentos embarazosos en la mayoría de los casos aquí recogidos, por lo que, al finalizar la nota, te ofrecemos un cuadro con algunos consejos para evitar que tus niños pasen momentos incómodos de forma injustificada.

Todas las sospechas caían en Paolo Agazzi

Hasta sus 11 años, el productor y director recuerda haber sido modelo de comportamiento y “razonablemente, buen alumno”. Sin embargo, ese año su reputación dio un giro de 180 grados. “Alguien lanzó una de esas bombas de olor apestoso en mi curso. Por mala suerte, rodó hasta quedar debajo de mi asiento. Me culparon de la travesura y me expulsaron por tres días”, recuerda. Agazzi obtuvo mala fama por el incidente y, posteriormente “cada vez que había un disturbio, yo estaba entre los principales sospechosos. Me daba mucha vergüenza cada vez que se me señalaba”.

Priscila Quiroga y sus amigas alborotaban

Para la presentadora Priscila Quiroga, no era extraño el meterse en problemas, acompañada por sus amigas. Ella recuerda cuando “tomó prestado” el auto de su padre para ir a una actividad en el colegio. “Apenas doblaba la esquina, cuando mi mamá llegó inesperadamente. Tuve que dejar a mis amigas en su casa y regresar a la mía para que me castiguen. No podía mostrar mi cara después por la vergüenza”. Cuando en el grupo había peleas, ella se quedaba después de clases en el colegio para resolver diferencias, protagonizando episodios salpicados de llantos, gritos y risas.

Guido Loayza no quiso ir al Kínder

El recuerdo más bochornoso que recuerda el dirigente del Club Bolívar se remonta a su primer día en el kínder. “Fue terrible. No quería ir a clases por nada del mundo. Hice tremendo escándalo: lloré, pataleé, grité… al final tuvieron que llevarme a rastras hasta el establecimiento”. Loayza estudió en el colegio Sagrados Corazones en 1950.

Posteriormente, asegura que no tuvo mayores problemas durante su carrera escolar, más allá de algunos retrasos o tareas faltantes, “comunes de ese periodo”. Es más, Loayza admite que “me gustaba ir al colegio porque me reencontraba con mis amigos y me gustaba aprender”.

Guido Loayza nació en La Paz el 16 de marzo de 1944. Estudió en el Instituto Americano de esta ciudad y recientemente ha sido ratificado como presidente del club Bolívar.

Mamani Mamani desentonó

El pintor Roberto Mamani Mamani era el mejor alumno de su curso en intermedio. Por ello fue el encargado de llevar el estandarte de su escuela durante un desfile cívico, evento al que debía acudir vestido de terno.

“Lamentablemente, mi padre no pudo comprar un conjunto entero. En vez de eso consiguió un saco de un lado y un pantalón de otro. Cuando llegó el día del desfile, y en medio de un mar de muchachos vestidos con trajes enteros, yo era el único que desentonaba con ropa de diferente color. No era nada realmente extravagante, pero sí que me dio vergüenza”, recuerda el artista con una carcajada. Mamani Mamani cursó básico en Cochabamba, intermedio en Oruro y terminó el colegio en La Paz, debido a los continuos viajes de su familia.

Marcos Loayza fue expulsado

El momento que más vergüenza le provocó, y también uno de los más feos de la vida escolar del director de cine, fue la expulsión de su colegio. “En 1977 me botaron del Domingo Savio. El argumento que nos dieron, a mí y a mis padres, fue que la decisión se tomó por mi falta de disciplina”. No fue el único de su curso que tuvo que dejar a la fuerza el establecimiento.

Años después, el cineasta paceño evalúa la situación y considera que, en realidad, la expulsión fue causada por la falta de capacidad pedagógica del plantel docente empleado en esa época.

“Los maestros deben ser capaces de imponer la disciplina y trabajar con los alumnos que presenten problemas para que se adecuen al ritmo del curso”, considera.

La timidez aquejaba a Adolfo Paco

Cuando el presentador de televisión Adolfo Paco tenía alrededor de siete años, se anunció la organización de un coro escolar en el establecimiento en el que estudiaba. Para elegir a los participantes se hizo una especie de “casting” entre todos los alumnos del colegio.

“El problema estaba en que yo era muy tímido. Me daba vergüenza actuar frente a mucha gente. Por lo que, cuando me llegó el turno, yo interpreté el Sucu Sucu, que en esa época estaba de moda, muy bajito”, recuerda el presentador. La profesora, a la que describe como “la maldita”, se irritó con el pequeño solista y, a grito pelado, le ordenó que cante más fuerte, lo que hizo, pero por el susto también aceleró la canción.

Todo el curso estalló en carcajadas. “La gente se reía y yo, obviamente, me puse a llorar”.

Sus travesuras hicieron que todos acusen a Justa Canaviri

“Un día, mi padre me dio una wasca porque en el colegio me acusaron de haber roto una de las patas del piano de la clase de música. La cosa es que yo no fui a la escuela el día del incidente porque estaba enferma”, recuerda Justa Canaviri.

Cuando se supo la verdad, su progenitor no se disculpó por la paliza propinada ya que, según le explicó a su hija, “el que todos piensen que tú eres la culpable demuestra que eres traviesa”.

La presentadora reconoce que así era. Ella fue expulsada de las clases por tener una voz fuerte. Esa fue otra de las razones por las que fue señalada como la responsable. “La gente pensaba que me había vengado”. Tras este episodio a Justa le costó regresar a clases, y “ni sabía cuál era la pata que se había roto”.

Los nervios traicionaban al joven Daniel Castellón

Reconoce que vivió muchos episodios terribles, pero dos resaltan en la memoria de este presentador televisivo. “Siempre, en el primer día de clases, me atacaban los nervios. Aún no teníamos horario de clases, por lo que la incertidumbre me preocupaba. Por ello cargaba en mi mochila todos los textos del año. Creo que también iba con mi traje de educación física”. La segunda anécdota también se relaciona con los nervios. “Como todos los lunes, el colegio organizó la hora cívica. No me acuerdo por qué estaba yo alterado, pero mis nervios eran tales que, en medio del Himno Nacional, tuve que devolver almuerzo y desayuno juntos.

Obviamente, todo el colegio tuvo que suspender el canto porque el Castellón estaba enfermo”.

Miss Bolivia estudió en 13 colegios distintos del país

La Miss Bolivia Universo 2011, Yessica Mouton, asegura que no tuvo momentos embarazosos que destaquen, porque siempre tenía la experiencia de ser “la nueva” en el curso y, por tanto, debía conocer los compañeros por enésima vez, ya que ella estudió en 13 colegios.

“Mis padres se casaron y me tuvieron muy jóvenes. Como aún estudiaban en la universidad, en Tarija, me dejaban con mi abuela”.

De esta forma, la joven vivió un año con sus progenitores, otro con su abuela, y así sucesivamente. En el transcurso de los años estuvo en diferentes ciudades y por ello estudió en diversos centros educativos. “Fue muy interesante, siempre era ‘la nueva’.

Conocí a mucha gente maravillosa en todo ese tiempo”, agrega.

Con datos de: www.solohijos.com y www.padresonones.com

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