C omo el primer día de escuela es algo nuevo para lo niños, ellos siempre reaccionan no con mucho agrado, su reacción más frecuente es de angustia y miedo, expresada en llanto recurrente. En este sentido, los padres tienen que repetir una y mil veces que van a ir a jugar, aprender con sus amiguitos y que la tía los va a cuidar, que solo los dejarán un ratito y luego vuelven. Según Fanny Parrado Flores, psicóloga y terapeuta familiar, es normal que entre los primeros días a semanas lloren al inicio de la jornada, hasta que se acostumbren. "Es importante mantener una actitud firme y dar seguridad al niño con ternura y cariño, más que con hostilidad, amenazas o refuerzos de dar algo a cambio. Cuando los recojan, deben reforzar positivamente, aplaudirles, abrazarlos y felicitarlos por lo valientes que son, lo mucho que se quieren y los quieren , porque quieren aprender, jugar y tener amigos", añadió.
Preparar al niño. "El hogar es el primer vínculo social en el que se desenvuelve el niño, los padres son los primeros que estimulan sus aprendizajes; por lo tanto, son los que preparan al niño para su ingreso al colegio", indicó la especialista.
La estimulación temprana. En ese sentido, Parrado explicó que los estudios de estimulación temprana en forma integral corroboran que desde el mismo vientre en el ser humano se va estimulando su aprendizaje; por lo tanto, desde bebés es fundamental motivar al desarrollo de sus habilidades motrices, emocionales, sociales, como intelectuales.
Las guarderías. En estos tiempos, donde los padres trabajan y tienen poco tiempo para dedicarse a trabajar este tipo de estimulación, el medio nos ofrece un abanico de posibilidades para acceder a estos servicios. "Si tienen la oportunidad de ir a centros de estimulación de desarrollo, que serían las guarderías, medio tiempo, genial, acompañado el otro medio tiempo con la estimulación familiar más óptima, así que comiencen la escolaridad desde el nidito es muy satisfactorio para su desarrollo biopsicosocial", aconsejó la psicóloga.
Recomendaciones para los papás. Sería genial que los vayan preparando llevándolos con anticipación a la guardería. "Ahí ya pasarán la primera fase de desprendimiento; si no se puede, entonces una vez que asisten a la escuela no desistir de llevarlos todos los días", dijo. Poco a poco se adaptarán, deben tener paciencia y determinación, lo peor que hacen los padres es que porque lloran solo los llevan cuando ellos o ellas quieren, recuerden que desde pequeños ellos prueban hasta dónde pueden conseguir manipular y eso no deben permitirlo. También deben comprarles material didáctico y sentarse unos minutos para jugar al "profe", especificó la psicóloga.
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