De la tarjeta con cinco dibujos ofrecida por la profesora a Santiago, él ha escogido colorear la carita feliz que tiene una corona. Así el niño ha evaluado su participación en el aula como “Excelente”.
Se trata de la experiencia en la unidad educativa Santa María Micaela Fe y Alegría, en la zona de La Chimba, en Cochabamba.
Los profesores aplican el nuevo reglamento de evaluación desde este año, en el marco de la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez, que contempla también la autoevaluación de los estudiantes. Se ejecuta en establecimientos privados, fiscales y de convenio.
La norma establece que la calificación ahora es sobre 100 puntos para los primeros cursos de primaria y secundaria. La nota de aprobación es 51 y además debe ser cada bimestre. En el anterior reglamento de evaluación se establecía una puntuación máxima de 70 con una calificación trimestral.
Los maestros y, algunos directores, reconocen dificultades en el nuevo sistema de evaluación porque el riesgo de caer en la subjetividad al calificar el “ser”, el “hacer”, el “decidir” y el “saber”, es inminente. Ya que se trata de evaluar la personalidad, actitud y hasta la ética de los estudiantes.
La subjetividad puede radicar en la actitud “indisciplinada” de un estudiante, puede incidir en todas las dimensiones, o por el contrario la timidez de otro. Por otro lado puede existir un niño muy responsable, pero a la vez egoísta con sus compañeros.
Los profesores reconocen que no cuentan con herramientas para determinar parámetros de seguimiento, como por ejemplo planillas de observación, además demanda mucha atención de parte de los educadores para el seguimiento individual de cada uno de los niños y adolescentes en aulas que tienen 35 y más alumnos.
Uno de los artículos del reglamento (42) de la ley señala que los maestros deben entregar informes documentados a la dirección de la unidad educativa y comunicar a madres y padres de familia y estudiantes.
En la unidad educativa Santa María Micaela se aplica la evaluación bimestral, la autoevaluación y la evaluación comunitaria.
La directora del establecimiento, Eva Pari, señala que se trata de un proceso en el que se realizan ajustes.
Uno de los aspectos más importantes que la profesora destaca es la autoevaluación incluso en el primero de primaria. La profesora del primero asumió la iniciativa del uso de las tarjetas para que los niños se autoevalúen, lo deben hacer coloreando porque ellos recién están aprendiendo a leer. Pero todos los niños puede sobrevaluar su tarea o al contrario.
A diferencia de los niños, en el caso de primero de secundaria son los alumnos los que se califican. La nota final es el resultado del promedio entre la nota del profesor y del estudiante.
La nueva normativa (artículo 23) establece que la autoevaluación es un proceso de valoración cualitativa y cuantitativa que realiza cada estudiante respecto de su desempeño, aprovechamiento o logros y dificultades durante el desarrollo curricular.
Los estudiantes deben asumir con responsabilidad y honestidad el proceso de autoevaluación, valorándose respecto del interés demostrado o realizado durante el desarrollo en la clase, los aportes en la discusión y producción de saberes y conocimientos, cumplimiento de actividades y tareas asignadas en los procesos educativos, la creatividad e innovación demostrada en el desarrollo curricular, la asistencia a clases (puntualidad, retrasos, ausencias y otros) y la práctica de principios y valores.
Los resultados de la autoevaluación de las y los estudiantes son referentes que deben ser tomados en cuenta por la maestra y maestro en la evaluación cualitativa y cuantitativa.
EVALUACIÓN COMUNITARIA Pari, de la unidad educativa Santa María Micaela, informa que también se ha comenzado con la evaluación comunitaria. Se trata de la participación de los padres de familia con los profesores y estudiantes para analizar la participación de cada uno de ellos en el proceso educativo.
El reglamento, en el artículo 65 establece que la participación de las madres y padres de familia, en cuanto a sus responsabilidades en procesos de evaluación del desarrollo curricular, estará sujeta al reglamento de inclusión social comunitaria.
En la unidad educativa Eufronio Viscarra, la directora Alcira Flores, señala que no existen dificultades para aplicar la nueva normativa aunque no explicó cuáles eran las herramientas utilizadas para la calificación con los cuatro nuevos ejes de evaluación.
Explica que se trata de un proceso, pero que los maestros no han manifestado sus dificultades.
Datos.
Propósito.
El nuevo reglamento de evaluación pretende normar la evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje del desarrollo curricular. Se aplica desde el nivel inicial hasta el último curso de secundaria, en las unidades educativas fiscales, de convenio y privadas.
Seguimiento.
La evaluación es el proceso de análisis y valoración de la formación integral y holística de los estudiantes y la aplicación de metodologías de maestros, en el marco del modelo educativo sociocomunitario productivo, que permite a la comunidad educativa identificar logros, limitaciones y dificultades en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Esto permite la toma de decisiones mediante acciones dinámicas, permanentes y sistemáticas.
Apoyo.
El bajo rendimiento en los procesos educativos en uno o más estudiantes se atenderá con la aplicación de procesos de apoyo complementario educativo.
“Hay fallas conceptuales”
Ni los profesores ni los padres de familia ni los estudiantes tienen una idea clara de cómo funciona el nuevo sistema de evaluación. Lo cierto es que “tiene graves fallas conceptuales”, asegura el secretario ejecutivo de los maestros urbanos, Miguel Lora.
Una de las primeras dificultades es que el ser humano no puede ser fragmentado en dimensiones y el reglamento establece cuatro, el ser, el saber, el hacer y el decidir.
Según Lora “las dimensiones no se pueden parcelar, no se pueden dividir” porque son parte de un mismo proceso.
No se puede separar a la acción valorativa del ser de la acción cognitiva que es el saber. No se puede separar el conocimiento de la acción y no se puede separar estos tres aspectos con la ética, que es el decidir.
Lora considera que “esos conceptos se manejan de manera caprichosa y que el reglamento de evaluación va a seguir siendo igualmente subjetivo como el anterior”.
El profesor se refiere a la nota sobre diez con la que se evalúa el Desarrollo Personal de Social “DPS” que actualmente -según Lora- se los “hace a ojo de buen cubero” porque los maestros caen en la subjetividad.
Niños y maestros aprenden el quechua de manera simultánea en los cursos de primero de primaria
Las directoras de las unidades educativas Santa María Micaela y Eufronio Viscarra, aseguran, por separado, que las maestras de primaria aprenden junto a sus estudiantes el idioma quechua.
El Ministerio de Educación estableció que desde este año se incorpora el idioma nativo y extranjero en los primeros cursos de primaria y secundaria.
En los cursos superiores no existen dificultades porque el quechua reemplaza al francés y además se lleva el inglés y se cuenta con personal designado por el Ministerio de Educación.
Alcida Flores, directora del colegio Eufronio Viscarra, añade que en la evaluación existe ya evaluación cualitativa. Por ejemplo, desarrollo pleno corresponde a excelente; desarrollo óptimo, muy bueno; desarrollo aceptable, bueno y en desarrollo a regular.
La evaluación en el Eufronio Viscarra se ha organizado también con parámetros cuantitativos, 20 para calificar el ser; 30, el saber; 30 el hacer y 30 el decidir.
Los maestros y directores ratifican el cumplimiento de la norma en sentido de que en los niveles inicial y de primaria los niños no deben ni pueden perder el año. Se trata de un proceso que contempla una corresponsabilidad entre los maestros, los padres de familia y los niños o adolescentes.
La normativa establece evaluaciones escritas, orales y productivas y deben ser actividades cotidianas en la práctica pedagógica de la maestra y maestro. Deben registrar el resultado de los mismos en los cuadernos pedagógicos. Estas acciones deben ser controladas y verificadas por la directora o el director de la unidad educativa evitando la improvisación.
En los casos necesarios, la maestra, maestro, directora o el director comunicará a la Comisión Técnico Pedagógica de las dificultades detectadas en el proceso evaluativo.
Pero los maestros reclaman herramientas para el proceso.
Criterios de evaluación según la normativa vigente
La evaluación educativa es la valoración de los resultados obtenidos en los procesos educativos en cada uno de los campos de saberes y conocimientos en relación al desarrollo de las dimensiones del estudiante de acuerdo a orientaciones generales del ser, saber, hacer y decidir. Al respecto, el Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular establece los criterios.
DEL SER. En esta dimensión se valora:
* La expresión de actitudes, sentimientos, emociones y pensamientos que tomen en cuenta los principios y valores sociocomunitarios.
* Desarrollo y fortalecimiento de su identidad personal, familiar y de relaciones interculturales.
DEL SABER. En esta dimensión se valora:
* La capacidad de conocimiento de saberes y conocimientos propios y diversos de manera crítica, reflexiva y propositiva.
* Conocimiento de las tradiciones, creencias, valores ético morales y comunitarios.
* Manejo de los conocimientos científicos, técnico tecnológicos y artísticos propios y diversos desarrollados en los procesos educativos con un alto nivel de profundidad y amplitud.
DEL HACER. En esta dimensión se valora:
* El desarrollo de habilidades y destrezas en la aplicación de saberes y conocimientos científico técnico tecnológicos propios y de otros contextos en la prevención y resolución de problemas de la realidad.
* La producción de textos a partir de la teorización de los contenidos relacionados a los diferentes aspectos de la realidad local, regional e internacional.
* La elaboración y aplicación de instrumentos para el recojo de información de fuentes primarias y secundarias.
DEL DECIDIR En esta dimensión se valora:
* La capacidad de tomar decisiones a partir de la lectura de la realidad y con pertinencia en tiempo y espacio.
* La capacidad de organización estableciendo consensos, el compromiso social y las prácticas de cambio y transformación bajo el enfoque descolonizador.
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