Conducen taxis, son comerciantes, venden comida y ejercen otros de oficios diferentes a su profesión. Son más de 1.400 maestros sin cargo que desde que se profesionalizaron todavía no consiguen ejercer su vocación.
La situación de este sector se agrava con la suspensión temporal de los trámites de jubilación, y el anuncio de la no creación de nuevos ítemes el próximo año.
“En el mejor de los casos, algunos están de reemplazantes, pero eso sólo dura unos meses y luego otra vez a peregrinar”, expresa el representante de los maestros sin cargo de Cochabamba, Wilson Llanque.
Otros maestros están trabajando en comunidades alejadas, a muchas horas de caminata, con sueldos mínimos que son cubiertos por las cuotas que los padres de familia reúnen para cubrir la demanda. Y la mayoría pasa “peregrinando” todos los días a la Dirección Departamental de Educación (DDE) con la esperanza de encontrar un ítem disponible.
“La suspensión momentánea de la jubilación representa un grave perjuicio para los que no tienen cargo”, señala el ejecutivo de la federación de maestros urbanos de Cochabamba, Gustavo Sánchez. Alrededor de 400 maestros en Cochabamba debían jubilarse este año, según los datos de la federación. Sin embargo, una disposición de Gobierno determinó suspender esa posibilidad.
A la situación de los maestros sin cargo se sumarán alrededor de 800 nuevos profesionales que egresarán de los institutos normales de Cochabamba: la normal Católica, Simón Rodríguez, Vacas y Paracaya.
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