29.5.12

El agresor: la otra cara del bullying

En el acoso escolar o bullying existen dos protagonistas, por un lado está la figura del agresor y, por el otro, la de la víctima. Esta vez vamos a hablar del primer caso porque, aunque parezcan los malos de la película, también requieren ser ayudados. Actualmente, se calcula que alrededor de un 15% de los jóvenes, que oscilan entre los 11 y 17 años, ha sido víctima o agresor de sucesos de acoso escolar, situación que puede derivar en graves consecuencias en la personalidad del alumno, por ello la gran importancia de actuar a tiempo.

Activos y pasivos. Dentro de los agresores están los activos, que comienzan y dirigen la agresión, y los pasivos, que son los que siguen al principal agresor y le animan (estos últimos presentan problemas similares pero en menor grado). Según indica la psicóloga Eva Oberlander, "los agresores insultan a la víctima, la golpean, acosan, provocan, generan rumores sobre él, las aíslan del grupo hasta conseguir anularlas".

Muchas causantes. La experta hace hincapié en la actitud del niño agresor, ya que a través de ella pueden presentarse problemas de necesidades afectivas y él mira todo su entorno como una competencia. Además, enfatiza que un niño puede ser autor de bullying cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando es frecuentemente humillado por los adultos o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. También su comportamiento puede ser a consecuencia de las malas relaciones en su entorno familiar, estas acciones negativas se pueden reflejar en su vida escolar e incentivarse con la aceptación de sus compañeros.

¿Mi hijo es el agresor? Ahora bien, enterarse de que su hijo es el agresor puede sorprender a muchos padres. "Pero es importante permanecer en calma y evitar actuar a la defensiva, ya que esto puede empeorar la situación", advierte Oberlander.

"Al niño agresor se le debe de hablar claramente que el discriminar o burlarse de alguna persona es totalmente intolerable en su conducta, para esto debemos actuar con el buen ejemplo en casa, pues si el niño sufre o vive experiencias de violencia en el hogar o experimenta agresiones físicas y verbales entre sus padres, es normal que transmita lo que percibe y lo refleje luego con alguna víctima", advierte.

Claves para ayudarlos. Los niños agresores no son muy propensos a confesar su conducta, pero la experta aconseja a los padres hablar con ellos haciendo preguntas específicas directas sobre el caso, "además de mantener una atmósfera positiva en el hogar, por ejemplo si su hijo está agrediendo a otros a través de la Internet, suprima el acceso a la tecnología que emplea para que sus agresiones lleguen a otros o puede restringirle ciertos privilegios hasta que cambie de actitud, pero si no ve resultados busque ayuda profesional".

2 comentarios:

  1. Bueno, se ha dicho sobre como proceder en caso de que sea el hijo agresor, pero como debiera procederse si el hijo es la victima; cuales serian las instancias para parar esta practica deplorable, a donde y a que autoridades se podria uno acoger y respaldar?

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  2. U.E. "6 de Junio" - Alto Obrajes5 de septiembre de 2012, 13:40

    Porque no dan charlas sobre el tema en los colegios. Es de vital importancia dar información sobre el bullying. Muchos papás, aunque no lo crean, ignoran este tema y creen que si su hijo agrede a otro es "normal" y es parte de su crecimiento. Por favor, den charlas sobre esto.

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