7.12.10

Bachiller, pese a las barreras

Los caminos de Mary Luz Chuquimia (19) y Leticia Salas (22) siempre se cruzaron. Disfrutan del baile y del deporte, y la semana pasada se convirtieron en dos de las primeras jóvenes paceñas sordomudas en obtener el bachillerato en la educación formal.

“Son como hermanas y de las siete muchachas que comenzaron este proceso, las dos se graduaron y con menciones especiales”, dice con satisfacción la profesora Elsa Mostacedo. Ella dirigió el instituto Erick Boulter para niños sordos y ahora está feliz porque dos de sus discípulas son bachilleres en el sistema regular de educación.

La maestra Mostacedo no sabe con certeza si Mary Luz y Leticia son las primeras sordomudas en graduarse del colegio en La Paz, pero recuerda que no les fue fácil. “Después de que culminaron el tercero intermedio buscamos colegios para que las puedan admitir y unas veces eran directores y otras padres de familia los que se oponían a que ellas ingresen. Al final, ambas lo lograron”.

Integración. 15 de julio del 2006. Una banda de música llegó al patio del instituto Boulter en Obrajes. Mostacedo, que era directora, fue abordada por el director del conjunto. “Discúlpeme señora directora, ¿cómo vamos a tocar para un grupo de niños que son sordos?”, le dijo. La respuesta es obvia, respondió: “Como siempre, sólo que un poquito más fuerte”.

Ese día, al menos medio centenar de jóvenes, entre ellos Mary Luz y Leticia, bailó desde t’inku, pasando por caporal para terminar en kullawada. “Los sordomudos sienten las vibraciones y luego por imitación bailan. Muchos tienen muy buen ritmo para zapatear”, dice Mostacedo.

“En el día de su graduación (el viernes 3 de diciembre), mi hija bailó la cueca paceña”, confirma Alberto Chuquimia, padre de Mary Luz, para quien su primogénita logró en el colegio Uruguay, uno de sus mayores objetivos al sentirse integrada y no rechazada por un grupo.

“Los sordos son como nosotros, sólo que con capacidades diferentes, y por eso la integración es vital en todo este proceso”, insiste la maestra Mostacedo, que anuncia que otros ocho nuevos alumnos llegarán el 2011 al Técnico Humanístico Uruguay desde las ciudades de El Alto y La Paz.

Futuro. La escuela y el colegio fueron los dos primeros exámenes para Mary Luz y Leticia, ahora llega la profesionalización. Sus manos hablan y sus ojos escuchan cuando se les pregunta, mediante el lenguaje de señas, qué harán de aquí en adelante en sus caminos.

“Queremos entrar a la Normal para aprender Educación Especial para ayudar a niños que no pueden escuchar ni hablar”, interpreta a Mary Luz con el lenguaje de señas, Gerardo Cabrera, uno de los maestros de las jóvenes.

Las manos de Cabrera hablan ahora por Leticia: “Quiero ser profesora para ayudar a los niños como yo”, coincide la adolescente acompañada de su madre Lucía Collanqui. Sus credenciales son haber sido elegidas como dos de las mejores alumnas del Uruguay.

La mañana del 3 de diciembre escoltaron al abanderado de la unidad educativa, mientras el ex defensor del Pueblo Waldo Albarracín las saludaba cuando recibían sus certificados de egreso. Albarracín apoyó a Mostacedo para que ellas encuentren un colegio donde seguir la secundaria.

Mary Luz y Leticia tienen ahora otro reto al frente. Junto a ellas están sus padres Alberto Chuquimia y Lucía Collanqui, además de la maestra Mostacedo, con quienes buscarán que la Normal Superior Simón Bolívar las admita.

Durante siete años demostraron que pueden aprender, sólo necesitan que las acepten tal como son y, por supuesto, la ayuda de un intérprete en las aulas.

Con ayuda de intérpretes

Durante más de siete años, Mary Luz Chuquimia Condarco y Leticia Salas Collanqui compartieron las aulas con sus compañeros, el maestro y un intérprete. “Mientras la maestra enseñaba en el lenguaje oral, el intérprete usaba las señas para que Mary Luz y Leticia puedan comprender clases”, explica la profesora Elsa Mostacedo, motivadora de ambas muchachas.

En las clases, los compañeros de las dos jóvenes aprendieron también este lenguaje de señas. David Martínez, Jorge Ceballos y Gerard Cabrera fueron algunos de los intérpretes de las flamantes bachilleres. Para ello, los padres de ambas aportaron un dinero para pagarles el salario, otro tanto lo puso la organización “Amigos del Hogar” y en particular la señora Diana Bellomi.

Ahora esperan la ayuda para cuando ingresen a la Normal.

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