Con la promulgación prevista para hoy de la Ley de Educación “Avelino Siñani-Elizardo Pérez” comienza un proceso de transformación del sistema educativo para dar paso a una nueva estructura de administración y gestión.
El primer cambio ocurrirá en los Servicios Departamentales de Educación (Seduca) que dejarán de ser administrados por las gobernaciones y pasarán a ser Direcciones Departamentales de Educación (DDE) dependientes totalmente del Ministerio de Educación.
El director del Seduca de Cochabamba, José Mario Ponce, informó ayer que tras la promulgación de la norma, este lunes en la sede de la Confederación de Maestros Rurales de La Paz, los nueve responsables de la entidades de educación en el país se reunirán en la sede de Gobierno para definir cómo será el proceso y empezar a ejecutarlo inmediatamente.
Explicó que desde enero empezarán a funcionar los nuevos niveles de administración con las tres subdirecciones: de educación regular, de educación alternativa y especial y de educación superior de formación profesional.
“Todos los funcionarios estarán esperando los nuevos niveles, salarios y estructura administrativa, y se esperan procesos de institucionalización para los cargos públicos”, anunció.
El proceso también contempla la modificación de la estructura de las direcciones distritales de educación.
El director del Seduca aclaró que los actuales directores de unidades educativas estarán en el cargo por una gestión más para cumplir los tres años establecidos y los cambios están previstos para 2012.
Ciclos y normales
Ponce agregó que la ley deberá entrar en vigencia desde enero en cuanto al funcionamiento de los DDE y de los nuevos ciclos de la educación regular.
“Todos los ciclos entrarán en vigencia plena con la ley Avelino Siñani, no de manera gradual o paulatinamente, sino que todo el nuevo sistema educativo debe implementarse desde enero”, explicó Ponce.
Para las inscripciones escolares de la gestión de 2011 ya regirán los seis cursos de primaria y los seis de secundaria.
El director del Seduca señaló que queda pendiente el cambio del currículo en cuanto a contenidos. “Esperamos los reglamentos de la ley para tener más detalles sobre las materias, eso no lo vamos a decidir así nomás, tiene que estar reglamentado y seguramente vamos a trabajar bastante en eso desde enero”, dijo.
También, desde el primer mes de 2011 comienza el cierre paulatino de las normales católica y adventista de formación de maestros, en cumplimiento de la nueva Ley de Educación “Avelino Siñani- Elizardo Pérez” que indica que el Estado tiene la exclusividad de la formación docente.
En la primera fase de clausura de las normales, el Ministerio de Educación no autorizará nuevas inscripciones para el primer período académico del próximo año, lo que significa que el primer semestre de las carreras ya no estará disponible.
MODIFICACIONES
• En enero también empiezan a funcionar los nuevos niveles de administración con las tres subdirecciones: de educación regular, de educación alternativa y especial y de educación superior de formación profesional.
Críticas y dudas persisten
A pesar de que la ley ya está aprobada y no será modificada, los sectores que la critican mantienen sus posiciones.
José Luis Álvarez, dirigente de la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, dijo que pronostica su fracaso. Cuestiona la posición subjetiva de la norma, argumentando que el proyecto parte del error de considerar que el tema de la colonización es la causa del problema.
Las principales críticas a la ley apuntan al carácter de ideologización que sostiene su estructura; los fundamentos de una educación liberadora, revolucionaria y antiimperialista.
La Iglesia Católica dijo que con la norma el Estado toma la educación en sus manos y no da espacio a otras instancias educativas. Tampoco comparte el cambio de la materia de religión.
Ayer el cardenal Julio Terrazas, durante la celebración de la misa en la Catedral de Santa Cruz, indicó que nadie puede suplir la responsabilidad y la facultad de los padres de defender la fe de sus hijos y el derecho a velar por la formación moral en la creencia católica que profesa. “El derecho de los padres no puede ser suplantado por nadie”, remarcó.
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