Maestros del Carmen Echazú se quejan del mal estado de las pizarras

En pizarras precarias y elaboradas de cartón prensado o sobre paredes pintadas, los maestros del establecimiento educativo Carmen Echazú deben escribir sus lecciones para enseñar a los estudiantes. La dejadez edil provocó que la junta de padres de familia y los maestros de dicho recinto educativo generen un reclamo público.

El director de la Unidad Educativa, Carmen Echazú, Windsor Ríos, señaló que los maestros y padres de familia del recinto educativo se encuentran preocupados en lo que concierne a la infraestructura del colegio. Este presenta problemas en las canaletas de desagüe, la falta de pintado en las aulas, pero el principal inconveniente se centra en el mal estado de los pizarrones.



“Los padres de familia ya organizados frente a esta situación están viendo otras medidas para dar solución a este problema –dijo– porque en reiteradas ocasiones se hizo conocer a las autoridades municipales de que necesitamos pizarrones nuevos”.



Ríos indicó que la Alcaldía Municipal no sólo debe centrar su trabajo en la construcción de nuevas infraestructuras, también debe priorizar el mejoramiento y refacción de las ya existentes.



EL NACIONAL se constituyó en el recinto educativo y observó el mal estado en el que se encuentran estos instrumentos de trabajo para la enseñanza de los estudiantes. Muchos de estos son de cartón prensado, pero en otras aulas se intentó emplear pizarrones “empotrados”. Estos últimos elaborados con cemento y revestidos con una pintura especial.



Señaló que no es el único colegio que atraviesa por esta situación, existen otros con similares problemas. Por ello pidió a la Unidad de Educación de la Alcaldía Municipal atender la demanda de los establecimientos educativos.



Sobre el tema, la presidenta de la Junta de Padres de Familia de la Unidad Educativa, Carmen Echazú, agregó que los padres de familia intentaron dar solución al mal estado de los pizarrones. Pidió a las autoridades municipales entregar material en buen estado y no material que perjudique la visión de los estudiantes, ya que estos deben forzar la vista para intentar leer lo que el maestro anota en el pizarrón.