Tras más de 200 días de clases, el calendario escolar llegó a su fin. Para muchos fue un año más de aprendizaje y enseñanza en las aulas del saber, mientras que para otros estudiantes, padres de familia y educadores fue el año donde las ataduras de los estereotipos se quebraron definitivamente para dar lugar a una nueva mentalidad.
El 6 de febrero comenzaron las clases para todas las unidades educativas, empero el colegio Nacional Bolívar fue el único que no lo hizo. A simple vista el problema pareció no tener relevancia, mas a medida que fueron transcurriendo los días se agravó. El problema: diez señoritas decidieron estudiar en esta unidad educativa. A muchos no les agradó la idea, como si se tratase de un asunto cualquiera.
Las diez estudiantes relataron que el año no fue fácil: comenzó estrecho pero continúo haciéndose más transitable a medida que pasaron los días y las semanas. Eso ha repercutido de manera positiva en su rendimiento escolar y su desenvolvimiento.
Para el próximo año, el colegio recibir a 40 estudiantes mujeres más en sus aulas.
Las diez valerosas estudiantes y que culminaron el año a pesar de las desavenencias son: Roxana Mejía, María Inés Mamani, Tania Revollo, Adamara Salvatierra, Zharela Pillco, Anelisse Miranda, Aneiva Apata, Aracely Sierra, Jimena Mamani y Tatiana Flores.
Desde su ingreso el primer día de clases, las estudiantes fueron rechazadas por algunos estudiantes, exalumnos y un grupo de padres de familia, los que en base al rechazo, discriminación e insultos intentaron intimidar a las chicas para que desistan de ir a esta unidad educativa. La intervención de las autoridades y organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres hizo posible que ellas puedan quedarse en el colegio Bolívar. Producto de esos hechos, se iniciaron procesos contra los implicados en el delito de discriminación.
“Este primer año ha sido muy bueno y nos ha dado la opción de ir muy bien. Fue costoso, ya que nos perjudicamos el primer trimestre”, dijo una de las estudiantes que hizo preliminarmente una evaluación de todo lo que les tocó vivir durante este su primer año en el colegio Bolívar.
Asimismo, recordaron que a pesar de cualquier adversidad, el valor inculcado por sus familiares fue preponderante para no claudicar en su intento por sobreponerse a las circunstancias. Luego de que esa tempestad pasó, la situación pasó de blanco y negro a colores para convertirse en un hito histórico que merece ser contado.
Inclusive, tal y como relató la directora de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia del municipio de Cercado, Raquel Melgar, las autoridades estuvieron preservando a las estudiantes de cualquier inconveniente que se podría presentar a lo largo de la gestión escolar a través de la presencia de brigadas de atención.
No obstante de ese cuidado, Melgar dijo que la adaptación y el quiebre de estereotipos han sido posibles gracias a que tanto estudiantes varones, mujeres, padres de familia y cuerpo de profesores del colegio Bolívar hicieron posible que la situación se torne positiva. “Con esto hemos roto otro hito e inclusive ya hay listas para que entren por 50 por ciento mujeres estudiantes, según demanda”, dijo la funcionaria municipal.
En cuanto a los estudios, todas ellas han encontrado diferentes obstáculos de cara a su proceso de adaptación al ritmo de enseñanza de esta unidad educativa. A pesar de ello, y de perder casi dos semanas del primer trimestre, las estudiantes comentaron que sus promedios han mejorado a tal punto de llegar a figurar en el cuadro de honor trimestral que la dirección del colegio Bolívar expone en el patio principal.
Para orgullo de su familia, Roxana Mejía es la tercera mejor estudiante de su curso, el que hasta hace poco fue el tercero de secundaria D. “Las notas avanzan bien. Nuestros papás nos apoyan y saben que estamos bien. Los profesores son exigentes, y eso es muy bueno ya que aprendemos más y les tenemos respeto”, dijo una estudiante.
A pesar de ello, todas ellas se esmeran para poder superarse en los estudios y alcanzar sus sueños. Incluso se proyectan a futuro con consolidarse como profesionales en medicina, economía y comunicación social.
Por su parte, Elvira Beltrán, directora del colegio Bolívar, hizo una evaluación sobre la gestión y la calificó de positiva.
Después de 100 años admitieron mujeres
Larga tradición
El colegio nacional Bolívar es uno de los más tradicionales de Cochabamba. Cerca de cumplir su centenario de existencia, esta unidad educativa antes dedicada a educar a jóvenes varones, este 2012 se convirtió en mixto con el ingreso de 10 estudiantes mujeres. Los mismos pasos seguirá el último bastión exclusivo en la ciudad, ya que el liceo de señoritas Adela Zamudio en 2013 incluirá a estudiantes varones en sus cursos inferiores.
Incremento de mujeres
Para 2013, según informó Elvira Beltrán, directora del colegio Bolívar se aguarda que se inscriban alrededor de 10 mujeres por cada uno de los cursos que componen el tercero de secundaria. En esta unidad educativa existen 4 paralelos, lo que significa que alrededor de 40 estudiantes mujeres estarían ingresando al Bolívar. Gracias a las pioneras, cada año se irá equilibrando la cifra de mujeres con respecto a la de varones.
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