Los padres de familia de las unidades educativas San Javier, Salvador y Misioneras, de la zona de Valle Hermoso, se movilizaron ayer en demanda de la transferencia del colegio de Fe y Alegría a la Alcaldía de Cochabamba.
La medida fue asumida el pasado lunes 6 abril cuando tres delegados instalaron una huelga de hambre en las instalaciones del Arzobispado.
Protestan por las malas condiciones en las que se encuentra el establecimiento.
Aseguraron que no tienen computadoras ni mobiliario adecuado.
Desde su punto de vista, la situación solo mejorará si la administración pasa a la Alcaldía.
Además, dijeron que cada mes deben pagar diez bolivianos para contratar a algunos profesores por falta de ítems.
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