Los daños ocasionados a la infraestructura educativa, en mayor proporción, tienen que ver con los malos hábitos de los estudiantes. Botan basura a los sumideros, el refrigerio escolar o sus restos botan a los techos, bolsas plásticas abandonan en los drenajes sanitarios, entre otros daños ocasionados, por lo que las autoridades municipales piden a los padres de familia y autoridades educativas cooperar con mayor control en el cuidado de los establecimientos educativos.
“En el trabajo de limpieza de cámaras hemos encontrado bastante basura, inclusive envases de espumas de carnaval, restos del desayuno escolar en los techos y canaletas. El cuidado de las unidades educativas tiene que ver también con el apoyo de los padres de familia, directores, administrativos y profesores para que tengan mayor cuidado”, informó el jefe de la Unidad de Infraestructura Social de la comuna, José Luis Amador.
La autoridad edil manifestó su preocupación por el grado de deterioro de los establecimientos educativos, que en muchos casos las aulas fueron “grafiteadas”, destruyeron las puertas, maltrato de las pupitres y de las pizarras, ruptura de vidrios y estos no los repusieron, sin prever el riesgo que significa para los propios estudiantes.
Sin embargo, Amador destacó también la actitud de unidades educativas como la de Valle Hermoso, cuya comunidad educativa tuvo el suficiente cuidado y limpieza del inmueble, por lo que las refacciones efectuadas fueron mínimas, como el cambio de focos o reparación de algún interruptor.
174 UNIDADES
En lo que hace al cronograma de refacciones que debe cumplirse durante el receso de invierno, señaló que de las 212 unidades educativas dependientes del municipio de La Paz, 174 fueron programadas para este período, cuyo avance de obras supera el 76%, lo que asegura que hasta el lunes siguiente pueden reanudarse las labores escolares, porque los trabajos actuales estarán ya concluidos.
Explicó que en este última etapa los trabajos a realizar son menores, como el cambio de focos, reactancias para el encendido de focos fluorescentes y reposición de vidrios exteriores. Sin embargo, en las unidades educativas que requieran mayor atención, el trabajo será permanente, siempre en coordinación con las autoridades del establecimiento escolar.
Acerca del presupuesto invertido en estas tareas, Amador explicó que los datos completos podrá tenerse sólo al final del ciclo de mantenimiento, toda vez que el requerimiento de material es permanente, lo que genera constantes variaciones en los costos.
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