Sucre/CORREO DEL SUR
Ni los colegios más céntricos de Sucre se salvan de la carencia de ítems. En una visita que realizó CORREO DEL SUR al colegio Jaime Zudáñez, Manuel Rodríguez de Quiroga y Teresa Bustos de Lemoine evidenció que, pese a la reducción paulatina del hacinamiento de estudiantes, faltan ítems para algunas materias.
La creación de nuevas unidades educativas en la periferia de la ciudad está cumpliendo con su objetivo: desconcentrar a los estudiantes de los colegios céntricos que asisten a estos recintos por el prestigio que se ganaron o por tradición familiar, pese a que deben abordar incluso hasta dos micros para llegar a su destino.
Actualmente, en el colegio Zudáñez, turno mañana, existen alrededor de 760 alumnos de nivel secundario; en cada aula pasan clases un promedio de 42 adolescentes y en primero y segundo de secundaria, asisten 47 pupilos por aula.
La directora del colegio, Julia Oros, manifestó que presentaron un requerimiento a la Dirección Distrital de Educación Sucre, solicitando ítems para la regencia y para desdoblar un curso que tiene casi 50 alumnos.
Los maestros tienen la carga horaria completa, es decir, no hay excedente ni déficit de horas, sostuvo la autoridad.
Por otra parte, el colegio Manuel Rodríguez de Quiroga tiene 450 estudiantes; allí pasan clases 36 alumnas por aula. Están esperando ítem para la materia de Física que es dictada por un maestro de otra especialidad.
Asimismo, esperan un profesor de Computación (no pasan esta materia) que será contratado con recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
En cambio en la escuela Teresa Bustos de Lemoine, existen 521 estudiantes en el turno de la mañana; allí pasan clases un promedio de 33 alumnos por curso. La maestra de una materia troncal, dicta Religión ad honorem desde hace cuatro años; de esta forma, los directores y maestros se dan modos para superar la carencia de ítems.
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