Alejandra (nombre ficticio) denunció en mayo de este año que su hijo sufrió maltrato psicológico y discriminación por parte de una profesora de un colegio céntrico de la ciudad. Acudió a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de la Alcaldía de Cochabamba y obtuvo una respuesta seis meses después, en octubre.
La Defensoría determinó que la profesora debía someterse a un tratamiento psicológico. Esta resolución se entregó a la Dirección Departamental de Educación (DDE) que dispuso un descuento de tres días de haber para la denunciada.
La madre del niño afectado lamentó que el proceso haya demorado porque en ese tiempo ella también fue víctima de la presión de otros padres de familia y del mismo director del establecimiento educativo, quien salió en defensa de la profesora, en más de una oportunidad.
“Mi hijo tenía que estar todos los días con esa profesora y estaba atemorizado. Yo también sufrí porque temía que lo vuelva a maltratar, pero tenía que seguir porque pasaba lo mismo con otros niños”, contó.
Como ella, hay otros 29 padres de familia, de diferentes unidades educativas, que tuvieron la fortaleza de denunciar a los profesores que maltrataron física y/o psicológicamente a sus hijos en esta gestión.
RÁPIDAS Según el exdirector de la DDE, Jorge Ponce, se atendieron alrededor de 20 denuncias “con la mayor celeridad posible”.
Dijo que se tienen consultores específicos para acompañar estos casos. Sin embargo, el encargado de la Defensoría, Juan Carlos Sánchez, informó que recibieron más de 30 denuncias de maltrato a estudiantes.
Explicó que sus resoluciones son derivadas a la DDE, donde se inician los procesos administrativos, si corresponde.
En la oficina de Transparencia de la Dirección de Educación hacen seguimiento de los casos que llegan a esta instancia.
La representante de Transparencia Jacqueline Morató Rojas informó que éste año atendieron entre cinco y seis denuncias que llegaron de forma directa o por ventanilla única.
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