Esta situación se presenta, por ejemplo, en el módulo Humberto Vásquez Machicado, que acoge a cinco unidades en los distintos turnos. Allí varias puertas han quedado sin chapas, hay algunas paredes pintarrajeadas y han sido extraídas las varillas metálicas de las ventanas.
Al respecto, el director municipal de Educación, Omar Mejía, dijo que este asunto será analizado y no descarta que a futuro se tenga que nombrar directores generales para cada módulo.
Pero el problema no sólo son los destrozos ocasionados por los alumnos, sino también los inherentes a la propia construcción. Los docentes aseguran que la lluvia de la semana pasada puso en evidencia los problemas en el techo, pues hay goteras en algunas aulas. También dijeron que los baños no tienen una ventilación adecuada, por lo que el mal olor afecta a las oficinas administrativas.
En el colegio John F. Kennedy III, que funciona en el módulo Humberto Vásquez, hacen falta ítems para cubrir 820 horas, pues este colegio, al trasladarse al nuevo módulo, inscribió a un número mayor de alumnos. Los padres de familia se comprometieron a pagar Bs 20 por alumno para garatizar la contratación de los maestros provisionalmente. El Gobierno ya concluyó la dotación de nuevos ítems, pero no tomó en cuenta este centro. La junta escolar anunció protestas.
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