El presidente Evo Morales acusó ayer a los maestros de ser “enemigos de Bolivia”, frente a la amenaza de huelga indefinida que iniciará mañana este sector en demanda de un incremento salarial de más del 5 por ciento.
Mientras, el magisterio urbano persiste en la suspensión de actividades escolares y su marcha que partió de Caracollo y que prevé llegar este lunes a la ciudad de La Paz se masifica y se halla a 150 kilómetros de El Alto.
Ayer, después de inaugurar el césped sintético de la cancha de El Tejar, el Primer Mandatario criticó a los maestros que durante toda la semana participaron en manifestaciones callejeras por un incremento de sueldos superior al 5 por ciento propuesto por el Órgano Ejecutivo.
“Lamento mucho, pues, que algunos profesores sean enemigos de la educación y enemigos, por tanto, de Bolivia porque el país necesita nuevos profesionales y estudiantes con una mentalidad patriota... No puedo creer que algunos profesores hacen movimientos para golpear, simbólicamente, asesinar (la educación)”.
Morales comentó que el diálogo no está roto y que las comisiones entre la Central Obrera Boliviana (COB) y el Gobierno siguen trabajando. Y continuó con sus acusaciones: “Estoy convencido de que (los trabajadores del magisterio) de una reivindicación pasaron a una conspiración”.
Asimismo, el Mandatario dijo que este sector puede estar camuflando una disputa de liderazgo bajo el aumento salarial, debido a que se aproximan las elecciones en la Federación del magisterio y en la Confederación de Trabajadores de la Educación Urbana de Bolivia.
En respuesta, el secretario ejecutivo de los maestros urbanos de La Paz, José Luis Álvarez, quien lidera la marcha desde la localidad de Caracollo, pidió al Presidente que en vez de criticar dé una respuesta al pedido. “Si nosotros fuéramos gobierno, solucionaríamos el problema, pero Evo Morales se resiste a solucionar esta desigualdad económica de salarios que tenemos entre los maestros urbanos y rurales, o de los trabajadores con otros sectores del Gobierno, donde nosotros sólo percibimos la sexta parte de lo que ganan los ministros”.
Álvarez informó que hasta ayer se produjeron algunas bajas en la caminata, pero aseguró que más de mil personas llegarán el lunes a La Paz con colegas urbanos y rurales y varios fabriles, cuyo gremio tiene a 11 obreros en huelga de hambre.
El secretario ejecutivo de los fabriles de La Paz, Wilson Mamani, explicó a la agencia Efe que su sector paralizó momentáneamente sus protestas para abrir “puertas de diálogo” con el Gobierno, aunque negó que se trate de una medida definitiva. “Si no hay avances, volveremos a las huelgas de hambre y las movilizaciones”.
Vilma Plata, dirigente de los maestros, confirmó a Efe la huelga indefinida de los educadores en todo el país y advirtió que las medidas de presión continuarán “y se radicalizarán” conforme pasen los días sin solución del conflicto. Y el ministro de Educación, Roberto Aguilar, dijo a Erbol que el Gobierno está “decidido a batallar” para que el derecho a la educación no se pierda, y pidió a los docentes que recapaciten.
El titular de Educación dijo que el Gobierno “está decidido a batallar”.
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