30.11.14

Bachilleres gastan mil bolivianos como mínimo en su graduación

Entre alquiler de locales, gastos por togas y birretes, regalos, comida y festejo, los gastos de la graduación de bachilleres superan los mil bolivianos por alumno. El viernes terminó el año escolar según el calendario del Ministerio de Educación. Padres de familia y colegios ya organizan actos de colación.
"Todo diciembre ya está copado por actividades. Los colegios contratan el espacio para realizar actos. Como muchos no tienen espacio suficiente nos solicitan el espacio”, contó Franklin Calderón, encargado de la administración del teatro 16 de Julio, ubicado en la plaza del Estudiante.

El costo del alquiler del local para el acto es, en promedio, de 6.000 bolivianos; sin embargo, este precio puede variar dependiendo el número de alumnos y el colegio que solicita el servicio. "Cuando son de convenio o fiscales también hay flexibilidad en los precios. "El teatro 16 de Julio tienen un aforo para 900 personas y se ofrece por tres horas para el acto y una hora para armado de equipos o arreglos previos” explicó el administrador.
Los estudiantes deben pagar por el acto de graduación. "Nosotros estamos gastando 500 bolivianos por el alquiler del local, el flete de la toga, los birretes y todo los adornos o cositas que necesitamos”, contó Estefani Gallardo, bachiller del colegio Adventista Miraflores. Además, el gasto que hace la familia en comida iguala ese monto, dependiendo del número de invitados.
Para los padres o tutores de cada alumno esta fecha es la culminación de una etapa importante en la vida. "Nosotros le festejamos en ese día junto a los padrinos y la familia. Yo preparo un lechón para todos y festejamos en el local”, explicó Paulina Poma Mamani, una madre de familia que prepara los festejos para la graduación de su tercer hijo. Su inversión supera los 600 bolivianos, pues prepara comida para todos sus invitados y familiares.

"Ellos ya empiezan a hablar con la familia y los padrinos para ver qué van a estudiar y qué quieren hacer de su vida”, aseguró Mamani. Generalmente, los actos y los festejos se realizan en un espacio aparte, algunas veces alquilado por los padres de familia o la misma institución educativa.
En ambos casos, las familias son las más emocionadas en este tipo de eventos. "Para mí es un orgullo entrar con mi hijo. Es algo que uno se va a acordar toda la vida. Es un gasto que vale la pena”, aclaró Poma.
Si hay fiesta, los gastos superan los 100 dólares por bachiller, dependiendo de la calidad de los vestidos, trajes y regalos. Para reducir el gasto de dinero, algunos optan por nombrar padrinos de promoción.

Los regalos forman parte primordial del evento. "Nosotros como padres les damos un regalo, los padrinos son los que le dan el anillo de bachiller y otros regalos más”, agregó Poma. Un anillo de oro puede llegar a costar más de 1 mil bolivianos. Al ser un regalo que simboliza ese esfuerzo y trabajo por parte del estudiante, es una inversión que muchas familias no dudan en realizar.
El festejo posterior también es importante y cuenta con la participación de los padres. Algunas familias todavía acostumbran preparar un plato para el festejo de la graduación. En algunos casos, el local alquilado por la promoción se llena de grupos que llevan su propia comida para ellos y sus invitados.
Por su parte, los locales deben prevér todos los posibles conflictos. "Siempre es importante tener seguridad y otros. Algunos colegios contratan seguridad privada y otros arman su protección con los propios estudiantes. Esto para evitar que algún mal entretenido entre y quiera robar carteras o cosas así”, informó el administrador del 16 de Julio, Franklin Calderón.
Regalos y flores para celebrar
Los anillos, muebles y muchos otros regalos para el nuevo bachiller son parte de la tradición. Al igual que en las bodas, algunos realizan un conteo de regalos de graduación. Si el número de presentes recibidos es impar, el padrino aumenta un regalo para que sea par, según contó Poma.
En las puertas de los salones o colegios, muchas comerciantes ofrecen sus productos para las familias. Flores, peluches, relojes, adornos es lo que se puede hallar en estos puestos de venta.
"Nosotros preguntamos en todos los colegios, uno por uno, para ver qué día hacen su acto de graduación. Con esa base armamos un cronograma para ir a cada colegio y a cada acto”, contó Isabel Cortéz, comerciante en eventos similares desde hace más de 30 años.

"Yo vendía con mi mamá. Ella empezó con este trabajo hace años. Desde que tengo ocho años vendo flores y regalos para los recién graduados”, aseveró.
Este año las graduaciones se extendieron también a kinderes con actos para los niños.

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