Colegios se adecuan a ley antirracismo

Ados años de haberse promulgado la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación (045), los establecimientos educativos de Santa Cruz han adecuado sus estatutos y reglamentos internos a esta nueva norma, según docentes consultados por EL DEBER.
El jueves, durante el acto de conmemoración del Día de la Descolonización, el viceministro de esta cartera, Félix Cárdenas, afirmó que en el país persisten prácticas de racismo y aseguró que algunos colegios se resisten a aplicar el concepto de Estado laico e insisten en la enseñanza de la religión católica.
Al respecto, el responsable de los colegios católicos de Santa Cruz, Franz Valdez, aseguró que las instituciones educativas, que aglutina la Comunidad Educativa de la Iglesia Local, antes de que entre en vigencia la ley 045, ya tenían reglamentos que contemplan el respeto por el otro.
No obstante, Valdez dijo que, como en cualquier institución, los colegios tienen requisitos, pero “que no atentan contra la familia”.
Explicó que antes algunos colegios pedían certificados de bautismo o que los padres sean casados o católicos, pero ahora ya no.
Agregó que en el tema de los sacramentos, como la primera comunión y la confirmación, los estudiantes no están obligados a realizarlos.
Con respecto a la enseñanza de la religión, argumentó que en el convenio marco firmado entre la Iglesia católica y el Estado se establece con claridad que en los colegios confesionales (católicos) se impartirá la materia de religión, ética y moral bajo lo que se denomina en la nueva ley de educación espiritualidades, religiones, ética y moral.
Micaela Princiotto, directora del colegio Josefina Bálsamo, aclaró que no se está enseñando a los estudiantes a profesar una religión, sino que se imparte la materia de religión como parte del conocimiento que deben tener los estudiantes. “Es un estudio religioso cultural, no es un acto de fe, pues a nadie se le exige que profese la religión católica”, aseguró.
En la Asociación de Colegios Privados se informó de que en cuanto se puso en vigencia la ley 045 los colegios adecuaron sus normas internas. Docentes consultados indicaron que ante un hecho de discriminación primero se da parte a la dirección del colegio y esta expone el caso al gabinete sicológico. Si el caso es grave o recurrente se notifica a la Defensoría de la Niñez.
El director departamental de Educación, Hermenegildo Cruz, manifestó que hasta el momento no han recibido ninguna instructiva oficial para iniciar batidas en los colegios para ver si cuentan con reglamentos para castigar las prácticas de racismo y discriminación. Según Cruz, cuando ocurren casos de discriminación estos son solucionados en la misma escuela.
Hernán Cabrera, representante del Defensor del Pueblo, aseguró que en los colegios persisten las situaciones de discriminación y racismo. “Hemos atendido varios casos de discriminación, que van desde evitar el ingreso de algún alumno con discapacidad, bajo el pretexto de no tener espacio; hasta por el color de la piel, y también dentro del aula, cuando el profesor o los compañeros ponen apodos a los alumnos”, dijo y acotó que lastimosamente la gente no se anima a denunciar por las presiones, la vergüenza y las represalias.

Lo que persiste es el apodo
Jaime Aramayo | Rep. Padres de Familia
La discriminación está en todas partes y no solo en las unidades educativas. Se trata de un asunto cultural. Antes de sancionar a los colegios sería bueno que en la nueva malla curricular se inserte una materia sobre discriminación para que los estudiantes conozcan las normas y sepan qué actos son discriminatorios y así los eviten.
Sin embargo, creo que Santa Cruz ha avanzado en la erradicación de este tipo de actos en las escuelas. Por ejemplo, los colegios de convenio ya no exigen el certificado de bautizo, como requisito para registrar a un estudiante. En cuanto al uniforme escolar, generalmente no se impone, sino que los directores lo definen en consenso con los padres de familia, pues es una forma de inculcar disciplina al estudiante y de identificar a los escolares como tal. En los micros, por ejemplo, les cobran un pasaje preferencial, por el uniforme.
Lo que aún persiste es el insulto, mediante el apodo, que creo que es la forma más común de discriminación en los colegios.