Estudiantes adolescentes del colegio fiscal Sor María Cristina Pérez se doparon con una mezcla de fármacos sicotrópicos la tarde del lunes durante la hora del recreo. Unos afirman que eran dos chicos, otros indican que fueron cuatro o cinco. Lo cierto es que el caso provocó alarma entre profesores y padres de familia e hizo que intervinieran la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).
Sonia Quinteros, directora del kínder Ferroviario (ubicado al lado), informó de que un alumno de 11 o 12 años fue hallado totalmente aturdido durante el recreo en el turno de la tarde de dicha unidad educativa. Al rato se supo que otros cuatro chicos sufrían de los mismos efectos.
“Para nosotros fue de suma preocupación el que se hubiera encontrado a un niño de 11 o 12 años tirado en el suelo fuera del colegio en situación lamentable. Fui testigo. Tomamos las acciones con el director para ver qué se podía hacer y me topé con la gran sorpresa de que en la dirección había otros chicos drogados en peor estado que el primero. Los muchachos quieren hablar, pero temen por su seguridad, porque saben quién les da las tabletas”, dijo Quinteros.
Profesores y algunos padres de familia comentaron que un albañil, que trabaja en la construcción del módulo nuevo, es el sospechoso de comprar los sicotrópicos en una farmacia y de suministrar a los estudiantes. Sin embargo, pese a que el dato fue informado a la Felcn el sindicado no fue interrogado ayer.
René Chávez, director del centro en el turno de la tarde, negó que sean cuatro o cinco estudiantes los involucrados en el consumo de la droga. “No fueron cinco los dopados, que quede bien claro. Es una falacia lo que se está diciendo. Del colegio hay un chico de unos 14 años que ingirió fármacos y se dopó. Al otro chico lo hallaron fuera del colegio. No es alumno de acá. Es hijo de una madre de familia del kínder”, explicó Chávez.
Un equipo de la Defensoría visitó ayer la unidad educativa y se reunió con el plantel docente, además de que recabó información sobre los adolescentes afectados.
Posteriormente, los padres de familia y los alumnos en cuestión fueron conminados a presentarse en la oficina central de la Defensoría para iniciar un estudio sobre su entorno social y para programar una ayuda a los muchachos.
Rossy Valencia, directora de la Defensoría, dijo conocer que al menos cuatro estudiantes se drogaron con los fármacos de uso restringido, pero que solo dos fueron ayer con sus padres a someterse al método de asistencia social en la entidad municipal.
“Los otros padres no se presentaron ni los muchachos fueron al colegio ahora (por ayer). Al parecer están reacios. Los chicos consumían droga desde hace algún tiempo y aparentemente el director lo sabía. Estamos haciendo una representación formal ante la Fiscalía para que abra una investigación”, expresó la autoridad del menor.
“Este lugar es zona roja. A dos cuadras de acá hay un callejón donde venden droga. Los chicos salen y compran. No es que no haya control. En esta gestión hemos pillado a dos chicos. Uno por consumo de marihuana y el de ayer. Ocurre que hay redes (para comprar droga). Unos hacen cuotita, otros compran y otros distribuyen. Estamos llamando a los papás para aplicar la norma”, señaló el director Chávez.
A decir de la autoridad educativa, el reglamento escolar impone la expulsión definitiva cuando un alumno es hallado consumiendo droga.
Empero, dijo que la nueva impide dicho castigo, por lo que se busca la forma de rehabilitar al estudiante afectado y hacerlo cumplir obras comunitarias.
Un estudiante reincidente fue expulsado
Un adolescente, de 15 años, descubierto a principios de septiembre en posesión de marihuana en el colegio Sor María Cristina Pérez (turno de la mañana) ya no asiste a clases, confirmó el director Gróver Choque.
El infractor fue suspendido temporalmente con el compromiso de que sus padres lo sometieran a un tratamiento de rehabilitación que debía refrendar con documentos para volver a clases, pero no lo hizo.
El profesor Jaime Silva, encargado de la disciplina, manifestó que el muchacho fue encontrado dos veces con estupefacientes. “No cumplió con la rehabilitación y él mismo se automarginó”, dijo Silva.
Se trata de un medicamento controlado
Delia Corrales / Resp. de Farmacias Sedes
Este medicamento (diazepan) es un relajante muscular, pero combinado con otros productos puede tener otros efectos.
Se trata de un sicotrópico y, por lo tanto, es un producto controlado. Es un medicamento que solo se vende con receta médica y las farmacias están obligadas a llevar un registro y presentar un libro de actas con la cantidad de comprimidos que venden y de quiénes lo compran.
Como Servicio Departamental de Salud (Sedes) realizamos controles periódicos. Cuando hay denuncias de venta irregular hacemos seguimiento de los casos y si se comprueban las denuncias ejecutamos las sanciones que corresponden. Estas van desde multas económicas hasta la clausura. /Deisy Ortiz
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