Papas fritas, pipocas, dulces, chicles, gaseosas, chocolates, jugos, galletas, cereales, salteñas, jigote, pollo, papa cocida, sándwiches, entre muchos otros, son productos de mayor consumo en los colegios. Muchos de éstos están vencidos o no son preparados bajo condiciones de higiene aceptables.
En las escuelas fiscales se encuentra la mayor cantidad de alimentos en mal estado y productos vencidos, expuestos para la venta a los niños y jóvenes estudiantes, indicó Mauricio Ruíz responsable de la Intendencia Municipal de La Paz.
La Unidad de Inocuidad Alimentaria efectuó los operativos de control en todos los establecimientos educativos de la ciudad de La Paz y encontró que los productos vencidos o en mal estado están a la venta en precios rebajados, lo que hace que estudiantes, especialmente aquellos de escasos recursos, los consuman.
“Los operativos en unidades educativas se realizan desde el mes de febrero, y producto de este trabajo es que verificamos que los establecimientos, en los tres turnos, (diurno, vespertino y nocturno), presenten problemas en la calidad de los alimentos que se encuentran expuestos para la venta”, dijo.
Desde el primer día de clases se hicieron controles intensos logrando un decomiso de dulces y golosinas de 2.785 unidades, galletas 1.526 chocolates 8.065, pipocas 331, chicharrones 890, papas 2.131, alfajores 375, gelatinas 277, utensilios 312, juguetes peligrosos 116 y comida elaborada 89 haciendo un total de 16. 861productos no aptos para el consumo humano.
La administración de los centros educativos desconocen qué tipos de alimentos se expenden a los niños, así como la manipulación de los mismos, siendo que los kioscos, en muchos casos, se encuentran en concesión firmada con la propia administración del centro educativo.
El principal objetivo es precautelar la salud de los niños que son los principales consumidores de estos alimentos que muchas veces se encuentran en mal estado y por eso su bajo costo, generando una mayor preocupación, especialmente para los padres de familia que no pueden vigilar qué compran sus niños a la hora del recreo”, apuntó Ruíz.
Entre las sanciones vigentes en caso de reincidencia en la venta de malos productos, Ruiz aseguró que existe una normativa con la que incluso se puede clausurar la unidad educativa si ésta es fiscal y si el centro educativo es particular se procede a la notificación del mismo.
Finalmente, manifestó que para identificar productos no aptos para su consumo, se deberá enseñar a los niños a que éstos observen la fecha de vencimiento que tienen las etiquetas, asimismo es mejor mandar la merienda desde la casa para evitar enfermedades de infección en el estómago de los menores de edad.
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