Convertir los desechos orgánicos en abono, ya no es un proceso que sólo pueden desarrollar los expertos en el área ambiental, pues en Santa Cruz de la Sierra profesores y estudiantes de 16 unidades escolares cuentan con sus propias composteras y con huertos ecológicos, dentro del programa educativo ambiental que, desde hace tres años, promueve la Fundación Fides.
“El objetivo es, además de educar en el tema ambiental, disminuir la cantidad de residuos sólidos que se generan en la ciudad y consumir alimentos sanos”, dijo Demetrio Veizaga, responsable de este programa, a través de la Fides.
Veizaga afirmó que primero capacitan a los profesores en siete módulos. Una vez el maestro recibe la primera charla, puede empezar a trabajar con los escolares.
En el colegio Néstor Suárez- Guillermo Weise los alumnos de primero a octavo básico tienen, desde hace tres años, su huerto con más de 60 especies entre hortalizas, plantas ornamentales y medicinales en un terreno de 100 metros de largo, por ocho de ancho; cada planta tiene un cartel que la identifica por su especie.
Mientras que a un costado se encuentra su compostera, de dos metros de ancho por 1,5 de largo, que no requiere de mucho material para construirla, ya que basta con tener un espacio limpio, dividirlo con madera para echar la materia orgánica, taparla con hule y cubrirla con una calamina. Una vez comienza el proceso de descomposición, se echa cal para evitar el mal olor. El proceso dura, en promedio, tres meses.
“Es una actividad que agrada a los chicos, a sus padres y, obviamente, a nosotros como educadores”, dijo Eliseo Morón, director del colegio Néstor Suárez-Guillermo Weise.
Una experiencia similar viven los estudiantes del colegio Neftalí Sandóval. Éste es su primer año en el programa y, pese al receso obligado por la Gripe H1N1, la directora Betty Arancibia, aseguró que desde el lunes empezarán a trabajar en su huerto, sembrando lechugas y tomates. “La compostera la tenemos desde hace tres semanas”, señaló.
También los escolares del Glady Teveneth tienen su espacio en el que transforman residuos orgánicos en abono, pero quieren tener un vergel listo para este fin de semana, porque están de aniversario.
El abono que genera cada colegio es utilizado en sus mismas granjas.
Especies que corren riesgos
La velocidad a la que se extinguen los animales va aumentando cada vez más. En la actualidad, se conocen aproximadamente 11.167 especies en peligro de extinción, de las cuales 124 están englobadas en las categorías de ‘estado crítico’.
Según información en sitios oficiales en la Internet, en Bolivia el puma y el cóndor andino son parte de esa numerosa lista de especies amenazadas por el hombre. Entre otros y más conocidos a escala mundial figuran: el oso panda, el koala, el gorila, el lince, el tatú carreta, la paraba barba azul y el tigre.
Para conocer algunas características del puma, éste habita especialmente en las zonas selváticas amazónicas, boscosas y montañosas del oeste del continente americano. De casi 120 centímetros de largo, 65 de alto y una cola de 60, lo convierten en el mayor carnicero de América. Ocupa el lugar más alto en la cadena alimenticia. Mientras que el cóndor (Vultur gryphus), que es un ave de gran tamaño, llega a alcanzar los 1,2 metros y las alas se extienden hasta los 3,15 metros.
El macho se distingue de la hembra por tener una cresta sobre la cabeza y llegan a pesar hasta 15 kilogramos, mientras que sus parejas alcanzan los 11 kilogramos.
Debemos cambiar los hábitos
Carlos Micilio/Argentina / Consultor ambiental
La educación ambiental es toda información inherente a la problemática ambiental, en la que un individuo adquiere conciencia para saber cómo actuar sobre el medio natural sin dañarlo.
Los buenos hábitos forman a una cultura, a un país, por ello debemos preocuparnos por aprender a cambiar nuestros hábitos, pero para que ello ocurra todos debemos involucrarnos. Debemos empezar por situaciones básicas, como no echar basura a la calle, a respetar las áreas públicas y las normas que imponen las autoridades municipales, regionales y nacionales.
Nadie se hace cargo o se responsabiliza o se involucra en los actos cotidianos.
Es más fácil no mirar, y ser complice en desmedro de nuestro hábitat.
Las responsabilidades ambientales no son sólo del funcionario de Gobierno, sino que atañen también al empresario, al político, a la ama de casa, al artista, al niño, al maestro, y por esta razón es muy importante que nuestro comportamiento no deba solamente ser un modelo de proceder, sino fundamentalmente ser parte de las soluciones facilitando la comprensión de los problemas urbanos. Demos el ejemplo.
Diccionario
Abiogénesis. Término biológico que significa ‘generación espontánea’.
Abiótico. Que carece de vida. Estructuras, formaciones, elementos inertes en los que no es posible la vida. Condiciones ambientales que impiden el desarrollo de ésta.
Agricultura urbana. Sistema agrícola de producción que prescinde del empleo de productos de síntesis química para el mejoramiento de la calidad de los suelos y el tratamiento de plagas y enfermedades de los cultivos.
Aguas negras residuales. Son las contaminadas por la dispersión de desechos humanos, procedentes de los usos domésticos, comerciales o industriales.
“El objetivo es, además de educar en el tema ambiental, disminuir la cantidad de residuos sólidos que se generan en la ciudad y consumir alimentos sanos”, dijo Demetrio Veizaga, responsable de este programa, a través de la Fides.
Veizaga afirmó que primero capacitan a los profesores en siete módulos. Una vez el maestro recibe la primera charla, puede empezar a trabajar con los escolares.
En el colegio Néstor Suárez- Guillermo Weise los alumnos de primero a octavo básico tienen, desde hace tres años, su huerto con más de 60 especies entre hortalizas, plantas ornamentales y medicinales en un terreno de 100 metros de largo, por ocho de ancho; cada planta tiene un cartel que la identifica por su especie.
Mientras que a un costado se encuentra su compostera, de dos metros de ancho por 1,5 de largo, que no requiere de mucho material para construirla, ya que basta con tener un espacio limpio, dividirlo con madera para echar la materia orgánica, taparla con hule y cubrirla con una calamina. Una vez comienza el proceso de descomposición, se echa cal para evitar el mal olor. El proceso dura, en promedio, tres meses.
“Es una actividad que agrada a los chicos, a sus padres y, obviamente, a nosotros como educadores”, dijo Eliseo Morón, director del colegio Néstor Suárez-Guillermo Weise.
Una experiencia similar viven los estudiantes del colegio Neftalí Sandóval. Éste es su primer año en el programa y, pese al receso obligado por la Gripe H1N1, la directora Betty Arancibia, aseguró que desde el lunes empezarán a trabajar en su huerto, sembrando lechugas y tomates. “La compostera la tenemos desde hace tres semanas”, señaló.
También los escolares del Glady Teveneth tienen su espacio en el que transforman residuos orgánicos en abono, pero quieren tener un vergel listo para este fin de semana, porque están de aniversario.
El abono que genera cada colegio es utilizado en sus mismas granjas.
Especies que corren riesgos
La velocidad a la que se extinguen los animales va aumentando cada vez más. En la actualidad, se conocen aproximadamente 11.167 especies en peligro de extinción, de las cuales 124 están englobadas en las categorías de ‘estado crítico’.
Según información en sitios oficiales en la Internet, en Bolivia el puma y el cóndor andino son parte de esa numerosa lista de especies amenazadas por el hombre. Entre otros y más conocidos a escala mundial figuran: el oso panda, el koala, el gorila, el lince, el tatú carreta, la paraba barba azul y el tigre.
Para conocer algunas características del puma, éste habita especialmente en las zonas selváticas amazónicas, boscosas y montañosas del oeste del continente americano. De casi 120 centímetros de largo, 65 de alto y una cola de 60, lo convierten en el mayor carnicero de América. Ocupa el lugar más alto en la cadena alimenticia. Mientras que el cóndor (Vultur gryphus), que es un ave de gran tamaño, llega a alcanzar los 1,2 metros y las alas se extienden hasta los 3,15 metros.
El macho se distingue de la hembra por tener una cresta sobre la cabeza y llegan a pesar hasta 15 kilogramos, mientras que sus parejas alcanzan los 11 kilogramos.
Debemos cambiar los hábitos
Carlos Micilio/Argentina / Consultor ambiental
La educación ambiental es toda información inherente a la problemática ambiental, en la que un individuo adquiere conciencia para saber cómo actuar sobre el medio natural sin dañarlo.
Los buenos hábitos forman a una cultura, a un país, por ello debemos preocuparnos por aprender a cambiar nuestros hábitos, pero para que ello ocurra todos debemos involucrarnos. Debemos empezar por situaciones básicas, como no echar basura a la calle, a respetar las áreas públicas y las normas que imponen las autoridades municipales, regionales y nacionales.
Nadie se hace cargo o se responsabiliza o se involucra en los actos cotidianos.
Es más fácil no mirar, y ser complice en desmedro de nuestro hábitat.
Las responsabilidades ambientales no son sólo del funcionario de Gobierno, sino que atañen también al empresario, al político, a la ama de casa, al artista, al niño, al maestro, y por esta razón es muy importante que nuestro comportamiento no deba solamente ser un modelo de proceder, sino fundamentalmente ser parte de las soluciones facilitando la comprensión de los problemas urbanos. Demos el ejemplo.
Diccionario
Abiogénesis. Término biológico que significa ‘generación espontánea’.
Abiótico. Que carece de vida. Estructuras, formaciones, elementos inertes en los que no es posible la vida. Condiciones ambientales que impiden el desarrollo de ésta.
Agricultura urbana. Sistema agrícola de producción que prescinde del empleo de productos de síntesis química para el mejoramiento de la calidad de los suelos y el tratamiento de plagas y enfermedades de los cultivos.
Aguas negras residuales. Son las contaminadas por la dispersión de desechos humanos, procedentes de los usos domésticos, comerciales o industriales.
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