26.5.17

Con 28 casos, la violencia sexual en colegios estremece a Tarija



Karina (nombre ficticio) tiene 6 años y su profesor le ha dicho que no sabe la tabla de multiplicar, por lo que se la debe enseñar de forma personalizada, en el “cuarto”.

Ella pensaba que dentro de ese cuarto oscuro y con las ventanas cerradas de su unidad educativa, aprendería aquello que su profesor le dijo que no sabe. Sin embargo, no tenía ni la más mínima idea de que ahí sería una víctima más de abuso sexual por parte de su maestro.
Al igual que ella, cuatro niñas más, pasaron por el mismo abuso en reiteradas ocasiones, cada una en distintos días. Una por semana.
El profesor aprovechaba su posición superior y su condición de adulto para tocar las partes íntimas de las menores, hacía que se desvistan, las echaba sobre la mesa, las besaba y les decía palabras obscenas.
Este escalofriante caso que ocurrió en un colegio del municipio de Yacuiba fue conocido a principios de este año y lo dio a conocer el fiscal de materia Daniel Lobos. Actualmente es uno de los más complicados que se ventila en la justicia a nivel departamental. De hecho, este año se conoció de una nueva víctima de este maestro, otra menor que sería de otra unidad educativa, con lo que sumarían seis, las niñas abusadas por este sujeto.
En otro hecho que fue denunciado esta gestión, un profesor le dijo a una menor que si deseaba aprobar la materia tenía que presentar un práctico. La niña le dijo que no había problema y que si quería iba a ir a su casa con su padre para entregarle el práctico; sin embargo el profesor le respondió que no iba a ser posible, pero que la esperaba a la salida de clases en la esquina afuera del colegio.
Cuando la menor fue para conversar con el maestro, éste la hizo subir a su vehículo y ahí le hizo propuestas indecentes para que ella pueda aprobar la materia. La menor se negó, le contó lo sucedido a su madre, quien puso la denuncia en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
Empero, hace tres días atrás, otro hecho de acoso sexual dentro de una unidad educativa y que está siendo investigado fue informado por el Fiscal de Distrito Gilbert Muñoz. “El caso investigado es preocupante, porque se trata de un profesor, pero no se puede dar el nombre de la unidad educativa, ya que están protegidas por norma; pero, se debe hacer conocer que la denuncia fue admitida y se están realizando todas las diligencias que corresponden”, dijo en ese entonces.
De esta manera, se puede evidenciar que los casos de violencia sexual infantil dentro de las unidades educativas son una realidad que se multiplica y preocupa. De hecho, un informe presentado por la encargada de hacer seguimiento a este tipo de delitos, en el Ministerio de Educación, Alejandra Molina, da cuenta que sólo en la gestión 2017 fueron presentadas seis denuncias de delitos de abuso sexual infantil en las escuelas.
De las seis denuncias presentadas este año, los delitos que figuran son acoso sexual, abuso sexual y violación. Los casos ocurrieron en los municipios de Yacuiba, Cercado y Villa Montes, según el reporte.
Pero las cifras son aún más alarmantes, pues se tiene un total de 28 casos de delito sexual infantil en unidades educativas del departamento de Tarija. De estos, seis casos pasaron en Cercado, uno en Yunchará, dos en Padcaya, nueve en Yacuiba, cuatro en Villa Montes, dos en Uriondo, uno en San Lorenzo y tres en Bermejo.
De todos estos casos, 14 figuran como hechos de abuso sexual, cuatro como corrupción de menores, dos por estupro, tres por acoso sexual, dos como violación, uno por encubrimiento y uno por omisión de denuncia.

La tarea del Ministerio
de Educación
Molina explica que la tarea que ellos realizan fue posible gracias a los decretos 1302 y 1320, que fueron lanzados en agosto de 2012. Es a partir de los mismos que el Ministerio del área asumió la responsabilidad de tomar ciertos recaudos para tratar de erradicar la violencia sexual dentro de las unidades educativas
Según detalla, este tipo de hechos implican procesos penales en el que el encargado de hacer la investigación es el Ministerio Público, los promotores de la denuncia son las defensorías de la Niñez y Adolescencia.
En este contexto, el Ministerio de Educación hace la figura de tercer coadyuvante, es decir, que se puede presentar en cualquier etapa del proceso, proponiendo algún tipo de prueba adicional, demostrando su competencia o el daño que se le ocasiona. Explica que cuando se habla de violencia sexual infantil de manera general, las cifras muestran que estos hechos ocurren con más frecuencia en el entorno del menor de edad, es decir, la familia, amigos y las personas más cercanas. Pero el segundo lugar donde más ocurren estos hechos de violencia sexual y maltrato infantil, es en las unidades educativas.
“Entonces para tratar de paliar esta situación, el ministro de Educación Roberto Aguilar aprobó estos dos decretos supremos 1302 y 1320, que tienen como objetivo principal establecer mecanismos que coadyuven a la erradicación de la violencia, el abuso, el maltrato físico, psicológico sexual de niños, niñas y adolescentes en el ámbito educativo”, refirió.
En este sentido, según dice la consultora, este año se evidenció un incremento de denuncias por parte de los padres de familia en relación a nuevos hechos de violencia sexual dentro del sistema educativo. Ella considera que esto se debe a las actividades que se vinieron realizando en los últimos meses en coordinación con el Ministerio de Educación y la dirección departamental de Educación, donde se socializó la información y normativa que hay respecto a estos temas.
“Hacíamos capacitaciones a todos los directores de unidades educativas, socializamos toda la normativa vigente, en realidad tenemos un contacto directo entre las autoridades llamadas por ley a ver estos casos y los directores de unidades educativas”, añade.

Las medidas preventivas
Cuando existe un maestro que incurre en estos delitos, como medida de seguridad para el menor, el maestro queda suspendido mediante rótulo preventivo o definitivo. El rótulo preventivo es cuando el maestro está imputado formalmente y una vez terminada la investigación si hay sentencia pasa a ser observado definitivamente.
De hecho y según informa Molina, actualmente hay 26 profesores suspendidos por estar involucrados en este tipo de hechos.
Dos de ellos aún no fueron suspendidos porque la investigación está en etapa preliminar.
En estos casos, como el Ministerio de Educación no puede suspenderlos hasta que no haya una imputación formal, la Fiscalía toma los recaudos necesarios como medida de protección al menor. Estas acciones son por lo general que el denunciado no puede tener contacto con la víctima, y por ende, el maestro queda parcialmente suspendido o es trasladado de unidad educativa hasta que termina la investigación preliminar.
Ahora bien, Molina aclara que se han presentado casos, que no están dentro de los datos ya mencionados, en los que los maestros se han sometido a un proceso penal y salieron con sentencia absolutoria, es decir, que fueron declarados inocentes y libres de culpa. Para aquellos profesores que fueron afectados de esta manera, una vez conocida la declaratoria de inocencia, el Ministerio de Educación les reactiva en sus funciones y les devuelve todos los haberes que no percibieron por el tiempo que estuvieron suspendidos.

¿Cómo se descubren
los casos?
Según explica Molina, la mayoría de estos hechos siempre se conocen por medio de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. De hecho, el Código Penal establece que toda persona dentro de una institución pública o privada tiene la obligación de denunciar este tipo de casos. El código niño, niña, adolescente, establece también la obligación de los directores de unidades educativas de denunciar los hechos de violencia sexual.
Sin embargo, cuando los padres se enteran de estos casos, al primer lugar donde acuden es a las defensorías, que son las instancias que sientan la denuncia en el Ministerio Público y esta instancia está llamada abrir la investigación respectiva.
Cuenta que cuando ocurren estos hechos, por lo general, las menores no cuentan lo que les pasa por miedo a la mamá o al papá, porque no hay la confianza necesaria en su hogar, porque tienen miedo a ser castigas o porque piensan que no les creerán si el maestro dice lo contrario.
Relata que en el caso del profesor que abusó de varias alumnas, el hecho se conoció porque una de las víctimas contó lo que sucedía a otra profesora, quien fue la que hizo todo para que se inicie la investigación respectiva.
De esta manera, del total de los casos registrados hasta el momento casi el 100 por ciento de las víctimas son niñas, aunque también hay afectados varones, pero en menor porcentaje. Las edades de los menores van desde los seis años hasta los 17 años. Del total de los agresores, casi todos son varones, hay sólo una mujer que está involucrada.

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