Una comitiva, a la cabeza de Sybille Rohrmann y Brigitte Petit, directora general del colegio Alemán y presidenta del directorio del Centro Escolar Alemán, respectivamente, rechazó la versión de que la muerte de un alumno en 2008 se debió a la agresión de cuatro de sus compañeros y, en cambio, insistió en la versión de que se trató de un accidente.
El fallecido fue Carlos Alfredo Camacho Moro (14), que el 24 de octubre de dicho año, durante un paseo en un mariposario, cayó a raíz de un empujón en una piscina y se golpeó la cabeza, lo cual lo dejó parapléjico y le causó la muerte, dos meses después, según su madre, Ana Victoria Camacho.
“Desde el momento del accidente la comunidad del colegio Alemán (profesores, dirección, alumnos, padres de familia y el centro escolar) se solidarizó con Carlos Alfredo Camacho y su mamá. El colegio está preocupado porque se haya dejado la impresión de que este accidente hubiera sido ocasionado deliberadamente. Incluso Carlitos, durante su hospitalización, decía que fue un accidente. Esto se puede comprobar en las entrevistas de los periódicos, por eso nos extraña que ahora cuatro estudiantes de su curso hayan sido relacionados con el percance. La señora Camacho agradeció públicamente a la comunidad del colegio y a todas las personas que ayudaron. Lamentamos profundamente este accidente y comprendemos el dolor de la madre. Reiteramos nuestro asombro y rechazamos las declaraciones vertidas en la prensa”, dice parte de un comunicado leído por Rohrmann.
Sobre la presunta discriminación y agresiones anteriores denunciadas por Camacho, Jeannette Paredes Jordán, psicóloga del colegio, dijo que se recibieron las quejas y las resolvieron en la instancia que correspondía.
Victoria Camacho sostiene que su hijo murió por la intolerancia socapada por el colegio y añadió que iniciará un proceso para obtener un resarcimiento económico y sentar un precedente. “No denuncié antes porque estaba abocada al cuidado de mi único hijo”, señaló.
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