22.6.20

Maestros de prekínder y kínder optan por la videollamada y videos para las clases virtuales



La cuarentena cambió la forma de vida de la población y entre ellos está la educación, pues los profesores trasladaron las aulas a los hogares a través de computadoras o teléfonos celulares. Pero en el caso de los estudiantes más pequeños del sistema, de cuatro y cinco años de edad, la situación es aún más compleja, por lo que algunos profesores optan por videollamadas.

“Cuando inició la cuarentena total vi complicada mi tarea, debía ver cómo llegar a los niños y con qué herramienta, considerando que los colegios están usando plataformas como Zoom y Google Meet para trabajar con 25 o 35 niños” explicó Clara Luz Veas, profesora de preescolar del centro infantil Creciendo Juntos, en Cochabamba.

En la institución, donde enseñan a niños de tres a cinco años de edad, se decidió usar WhatsApp. “Todos los papás tienen la herramienta, no nos restringe el tiempo de las llamadas y vimos que era mucho mejor para pasar clases personalizadas y poder interactuar”.

Durante esta cuarentena para evitar contagios de COVID-19, los maestros enviaron tareas a través de WhatsApp y videos que explicaban cómo hacer números y aprender las vocales; sin embargo, hace tres semanas que incorporaron las clases virtuales a través de plataformas, en la mayoría de los casos.

“Trabajar con niños de preescolar es poder deslumbrarlos cada día, debemos ver la forma de llamar su atención con dibujos y objetos. Nosotros tenemos que crear para enseñarles, pensar como un niño, en cómo me gustaría a mí que me enseñaran”, detalló Veas.

Danitza Ríos, que tiene a su hija de cuatro años en prekínder de la unidad educativa Maryknoll, contó que las clases iniciaron con varios problemas que aún persisten. “La conexión es muy inestable por parte de los profesores, a veces se desconectan a mitad de la clase y no logran reconectarse”, dijo.

La maestra usa Zoom para conectar a sus 30 alumnos por una hora u hora y media. “Explica todo en la pizarra, ahí escribe y a veces les muestra un video”, relata Ríos, a tiempo de explicar que luego deja mucha tarea que deben realizar usando Classroom.

Ella debe sentarse al lado de su hija para ayudarla en caso de desconectarse la clase y para evitar que pierda la atención. Muchas veces no pueden ayudarla por cuestiones de trabajo y ella debe faltar a clases.

Veas imparte clases a 14 niños de prekínder y tiene otro grupo en kínder, a quienes llama dos veces por semana. Por ejemplo, a Luis le toca pasar clases los lunes y viernes a las 11.30 de la mañana. “Él espera la llamada y se prepara, quiere contarle cosas a su profe Clarita. Ella enseña con cuentos, con dibujos, objetos y conversa con él, interactúan, le pide escribir y ella sigue el trabajo”, contó María Alanes, la mamá del pequeño.

Pero en otros establecimientos educativos no aplican estos métodos. Emily, que está en kínder, en un establecimiento de convenio, dejó las aulas y ahora su maestra “envía tareas por WhatsApp cada día y debemos mandar fotos de la tarea por el mismo medio”, contó Julia Flores, su mamá.

“Mi hija no pasa clases ni nada, alguna vez le mandan videos para juegos o psicomotricidad. Ella está en fiscal”, manifestó Zulma Camacho, madre de una alumna de prekínder.

Carlos Mercado, también inscribió a su pequeño en una escuela fiscal. “Solo mandan tareas vía WhatsApp, la profesora quería hacer clases virtuales, pero como algunos padres no cuentan con internet no se concretó. Mi esposa es quien lo guía, no sé si aprende lo que está en el currículo, pero aprendió mucho por el empeño que pone su mamá en enseñarle, todos los días destina horas en la mañana y en la tarde”.

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