Director de Educación: Clases virtuales y tareas no son avance de contenidos

Enviar tareas escolares por WhatsApp o pasar clases a través de plataformas virtuales no debe considerarse avance de contenidos y no puede tener calificación, afirmó ayer el titular interino de la Dirección Departamental de Educación, Félix Zapata. La aclaración surgió ante reclamos de algunos padres que rechazan la excesiva carga de tareas, mientras otros aplauden que sus hijos puedan seguir el avance en casa para estar ocupados durante la cuarentena por el coronavirus y otro porcentaje protesta porque no tiene acceso a internet.

Zapata explicó que en el país las clases virtuales no están reglamentadas y que el Ministerio de Educación trabaja en la normativa. “Vamos a ir adecuando al reglamento, pero hay que tener en cuenta que la vigencia de una norma no es retroactiva”.

Isabel Zotez, representante de la Asociación Nacional de Colegios Particulares (Andecop), informó que la noche del domingo, en una reunión con representantes del Viceministerio de Educación Regular y con el representante del Ministro de Educación, se acordó continuar con la educación virtual y, cuando se retorne a clases, lo avanzado será evaluado para calificar a los estudiantes.

La disposición abarca a todos los niveles de la educación en el país.

Zapata señaló que los colegios que pueden trabajar en esa modalidad son los que hace tiempo tienen plataformas ya desarrolladas. Es por eso que su despacho elabora un instructivo que aclara qué se entiende por clase virtual y la diferencia con solo instruir tareas.

Entre otras consideraciones, adelantó que el instructivo también recomienda que, en aquellos casos donde se pueda dar clase virtual o enviar deberes escolares, se tome en cuenta que no se debe afectar la ya magra economía familiar exigiendo que se contrate el servicio de internet o la compra de tarjetas de telefonía para acceder a datos móviles, tampoco que el estudiante deba salir de casa en busca de un café internet. Zapata recomendó que si los colegios dan tareas, que se no sean excesivas porque su despacho recibió quejas al respecto.

Este medio recogió las impresiones de tres padres de familia cuyos hijos están en colegios privados, quienes pidieron guardar sus nombres en reserva. En el caso de un niño de sexto de primaria, de un colegio de la zona norte, el colegio ya tiene una plataforma desarrollada (fortalecida con la experiencia de los días de paro por el conflicto poselectoral de octubre de 2019). Cada mañana pasan mínimo tres materias y las tareas deben subirse a la plataforma hasta la medianoche, caso contrario no hay calificación. “Los padres estamos de acuerdo, no hay reclamos. Es mejor que los niños continúen con el proceso de aprendizaje, en lugar de estar sentados jugando frente a la computadora”, afirmó la madre.

Diferente es la apreciación de la madre de una adolescente de cuarto de secundaria, también de un colegio de la zona norte, que hasta la semana pasada tenía clases a través de las plataformas Zoom y Classroom. Contó que los profesores respetaron sus periodos de clase, pero dieron tareas desproporcionalmente. Dijo que hasta en materias técnicas hubo sobrecarga y los padres expresaron sus quejas en los grupos de WhatsApp. Puso como ejemplo que para el coro, debían subir audios solfeando partituras y cantando las canciones de su agrado, pero pese a tener solo dos periodos semanales, debían enviar hasta ocho audios. Y en Educación Física les daban series de ejercicios con repeticiones de 45 segundos, el estudiante debía hacer los ejercicios y enviar un texto señalando cuántas repeticiones logró. El maestro advirtió que al retornar a clases, evaluará si pueden hacer el mismo número de repeticiones enviadas en la clase virtual.

El padre de un adolescente de cuarto de secundaria de un colegio de la zona noroeste reclamó porque los estudiantes no recibieron capacitación previa para usar la plataforma Zoom; sin embargo su hijo logró acceder. El problema fue que no había audio y la maestra les dijo a los estudiantes que solo disponía de media hora, por tanto los que no pudieran escuchar “que se hicieran pasar el audio”.