El 59% de los escolares bolivianos es víctima de violencia verbal en las unidades educativas del país, es decir, que al menos seis de cada diez reciben insultos entre cinco y diez veces al mes de sus propios compañeros. A esa conclusión llegó la Asociación Voces Vitales, que presentó el libro Por el Derecho a una vida escolar sin violencia, que contiene un diagnóstico sobre la situación del maltrato en las escuelas del país.
El estudio fue realizado con el apoyo de la Defensoría del Pueblo y Plan Internacional, sobre la base de 6.700 encuestas hechas a alumnos de los departamentos del país, 140 docentes y 300 entrevistas a padres de familia de cuatro departamentos, en localidades del área urbana y rural.
La autora del libro, Karen Flores Palacios, asegura que la violencia verbal es una de las formas de acoso más frecuente en las escuelas y la define como la agresión a través de insultos, apodos ofensivos, chismes o rumores sobre una persona.
La investigación refleja que los más vulnerables a ser víctimas de este tipo de violencia son los niños de entre 12 y 14 años. Chuquisaca es el departamento en que más se apela a esa clase de maltrato, seguido por Cochabamba, Tarija y Potosí.
En el diagnóstico también se muestra que uno de cada diez es víctima de amenazas y coacciones, por lo menos dos veces por semana; mientras que cuatro de diez aducen que han sufrido golpes por parte de sus compañeros.
Los maestros también fueron incluidos en la investigación. Seis de cada diez estudiantes afirman que alguna vez sus docentes les gritan o les dan golpes. Además, los escolares creen que sus profesores no se interesan por sus problemas. Cuatro de diez aseguran que sus maestros no hacen nada cuando los ven llegar a la escuela lastimados, golpeados o llorando.
Armando Oviedo, gerente de Plan Internacional, manifestó que los resultados del estudio deben hacer reflexionar a la sociedad boliviana para detener la mirada en lo que está sucediendo en las escuelas, a fin de aunar esfuerzos para erradicar la violencia en las escuelas y que los chicos puedan aprender sin miedo.
“Ciertamente ha habido un avance en esta problemática, quizá en la violencia más grotesca: la física, aquélla que hace que la letra entre con sangre. Sin embargo, esto no quiere decir que ha sido erradicada del todo, pero hay otras relaciones donde también la violencia debe preocuparnos: aquella se da entre pares”, manifestó Oviedo.
La educadora Juana Sánchez, asegura que los padres juegan un papel importante en la conducta de los niños, por ello las políticas educativas deben estar enfocadas en mejorar las relaciones familares.
Cabe mencionar que la Unidad de Transparencia del Ministerio de Educación investiga varios casos de violencia escolar.
Testimonios
Alumno de medio
“Curso primero de secundaria en Cochabamba. Una vez me sentía muy triste por problemas familiares y cuando fue a la escuela no sabía qué hacer. A veces hay problemas serios y mis profesores no me entienden son iguales que mis padres. Además hay algunos maestros que me culpan de lo que yo no hice, las acusaciones son fuertes que hasta quieren expulsarme de la escuela”.
Alumna de medio
“A mí me pasó algo de mal gusto. Un día fui al colegio y no me había puesto el short de la falda, vino una de mis compañeras y me suspendió la falda y todos se me burlaron, pero yo tenía sólo ocho años, estaba en segundo básico. Me enojé, la empujé y le dije a la directora, que le llamó la atención. Fue vergonzoso para mí, que hasta ahora lo recuerdo”.
Alumna de medio
“En el colegio hay una compañera que siempre anda hablando mal de mí y nunca me dice de frente, incluso echa su basura cerca de mí. Una vez le dije por qué estaba hablando mal de mí, pero no pudo decirme nada en mi cara. Luego me enteré por mi prima que me quería pegar, todo por celos a los chicos que a ella le gustaban”
Una buena convivencia
El documento Análisis de Reglamento de Faltas y Sanciones en las Unidades Educativas, elaborado por la Defensoría del Pueblo, señala que la participación de los alumnos y padres de familia en la elaboración de los reglamentos internos es una condición básica para una buena convivencia en las escuelas.
La buena relación en los colegios también debe partir del cambio de actitud de los docentes, tomando como base cambios sustanciales en su forma de pensar y actuar, abriendo espacios de participación, respecto a la diversidad cultural y a partir de principios de cooperación, solidaridad, tolerancia y justicia. El documento asegura que la disciplina no puede continuar concibiéndose desde el punto de vista impositivo, sino que debe contribuir el desarrollo de capacidades.
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