Cerca de 600 raciones del desayuno escolar desaparecieron, y, lo peor, es que no se sabe dónde fueron a parar. Así lo confirmaron ayer los del Ejecutivo Municipal, a través del oficial mayor de Desarrollo Humano y Social de la Alcaldía de Sucre, Juan José Pacheco, durante una petición de informe oral en el Concejo Municipal.
Ocurrió hace un mes aproximadamente, y desde entonces no se ha podido determinar quién recogió las cerca de 600 raciones ni cuál fue su destino, según se conoció ayer. Esas 600 raciones debieron haber sido entregadas a los alumnos de la escuela Fe y Alegría, cosa que nunca ocurrió.
El motivo, según el informe del Ejecutivo Municipal, es que el día en el que dejaron las 600 raciones del desayuno escolar no había clases en la escuela Fe y Alegría. Por eso mismo, alguien recogió esas 600 raciones, pero no se sabe quién.
Los del Ejecutivo explicaron ayer que cuando existe suspensión de actividades escolares, el director del establecimiento educativo debe comunicar a la Dirección del Desayuno Escolar oportunamente. "Lo de la escuela Fe y Alegría fue una decisión interna y no lo comunicaron", justificó uno de los responsables de la Dirección de Educación del Gobierno Municipal.
Lo que ocurre normalmente, según la explicación del Ejecutivo, al momento de la entrega del desayuno escolar a las unidades educativas, es que los proveedores de los productos del desayuno escolar entregan un acta de recepción a los directores de los establecimientos educativos. Los directores a su vez, envían a la Alcaldía el número de alumnos que tienen en su establecimiento, y lo actualizan cada mes. Cuando sobran raciones del desayuno escolar, éstas deben ser entregadas a los niños a modo de doble ración. Aclararon que está prohibido que los profesores o terceros se lleven los productos a otro lado o que se queden almacenados en el establecimiento.
HABRÁ PROCESO
Tras conocerse que las cerca de 600 raciones del desayuno escolar se "esfumaron", el pleno del Concejo Municipal recomendó al Ejecutivo iniciar un proceso administrativo contra el o los responsables que debieron haber registrado el destino de esas meriendas.
"Hay que seguir un proceso administrativo a quién no ha recogido en su oportunidad (esas raciones), porque le cuesta plata, pues, al municipio", reclamó la concejala Graciela Pinto. "La Oficialía (Mayor de Desarrollo Humano) tiene la obligación de recuperar (esas raciones) y hacer cumplir su objetivo, que es que (esas raciones) lleguen a los niños”, añadió Pacheco.
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